Interesante, muy interesante sin duda, el anuncio hecho por la Presidenta Claudia Sheinbaum, respecto a un intento más, ahora bautizado con el nombre de "Plan Michoacán por la Paz y la Justicia", cuyo fin principal es atender las causas y la grave situación en la que se debate aquella entidad asolada por peligrosos grupos delincuenciales.
Todo mundo es testigo de los problemas de inseguridad que, en los últimos tiempos han estremecido el territorio michoacano destacando, inclusive, los últimos acontecimientos en los que perdieran la vida Bernardo Bravo Manríquez, Presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán (ACVA) y Carlos Manzo Rodríguez, Presidente Municipal de Uruapan, ambos arteramente asesinados.
El Plan "Michoacán" es un proyecto cuyos ejes principales son: seguridad y justicia, desarrollo económico, educación y cultura, el cual según la Presidenta de México, se "fortalecerá", con la participación de los pueblos originarios, mujeres, jóvenes, trabajadores del campo, sectores productivos, víctimas y sus familiares, así como autoridades "tradicionales", municipales y estatales.
Al hacer el anuncio la mandataria federal señaló que Michoacán "nunca se ha rendido y nosotros tampoco. Tiene un pueblo valiente, trabajador, con un corazón enorme, que ha sabido levantarse una y otra vez... no están solos".
Ninguna duda cabe de la preocupación en Palacio Nacional por lo que ocurre en Michoacán; por ello este Plan de seguridad en el que la Presidenta Sheinbaum –de manera muy responsable-- ha decidido agarrar el toro por los cuernos, ante una problemática - -inseguridad y delincuencia organizada.-, que ha dado y sigue dando muchos dolores de cabeza a quienes han gobernado aquel estado, pero también al gobierno federal.
Pero en todo esto, hay algunos suspicaces que no logran comprender el por qué para el desarrollo (¿o ejecución?) del plan mencionado, se esté involucrando en primer término al ex gobernador michoacano (2002-2008) Lázaro Cárdenas Batel, (hoy Jefe de Oficina de la Presidencia), que fue –recuérdese bien-- quien, durante su gobierno, prácticamente suplicara la ayuda, al entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa, al inicio de la gestión de éste.
Y además de la intervención del Ejército también, en segundo lugar se esté involucrando a Alfredo Ramírez Bedolla, quien lleva gobernando 4 años e hizo mofa, en un evento público, de la manera como el extinto Carlos Manzo decía estaba enfrentando el problema de la inseguridad, y por último a la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, que inexplicablemente sigue en esa función a pesar de que no ha logrado hilvanar no solo un verdadero diálogo con los partidos políticos, sino ayudar realmente en los principales asuntos de interés nacional a la Presidenta de México en su delicada labor.
Ante la instrumentación del "Plan Michoacán" hay quienes recuerdan que casi han pasado 30 años desde el día en que el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, hizo un intento similar, y la problemática de inseguridad, los casos de extorsión, drogas, delincuencia organizada y secuestros, en esa entidad siguen ahí como si no pasara nada, situación que –no obstante los esfuerzos del gobierno federal por abatir a la delincuencia-- igual hoy se está presentado en diversas regiones del país.
¿Hasta Cuándo? Es la pregunta que sigue flotando en el ambiente.
Entrelíneas....
Caminando por todo el territorio tabasqueño, el líder de Movimiento Ciudadano (MC) Pedro Jiménez Leóin va reagrupando fuerzas políticas que, dicho sea de paso, van preparándose –pertrechándose, dirán algunos-- rumbo a los próximos procesos electorales de 2027. Y en ese gran periplo por la entidad hay sumas de cuadros políticos importantes como en el caso de Jalapa donde el oriundo de ese municipio el ex morenista Antonio Sosa, saltó ya a la palestra definiéndose como miembro distinguido del Movimiento Naranja. Suerte matador!, le dicen muchos simpatizantes de ese lugar.
(altar_mayor@yahoo.com.mx)