Célibes involuntarios

UNAM enfrenta amenazas tras ataque vinculado al movimiento INCEL

Sin lugar a dudas resulta relevante el darse cuenta que en muchas ocasiones para que algo cobre visibilidad es necesario que suceda algo extraordinario alrededor de dicho punto. Pero esto que sucede no siempre es positivo. Y eso es así, de manera lamentable, con la muerte de un joven estudiante de bachillerato en la Ciudad de México a manos de un compañero porque el primero era popular con las mujeres mientras que el segundo no lo era. Y después de este ataque en pleno campus escolar, en las redes sociales se mostraron mensajes de reconocimiento y de intenciones de seguir con el ejemplo, llegando a proferir advertencias y amenazas de actos similares en otras instalaciones de la Máxima Casa de Estudios del país, que es la UNAM.

          Lo anterior, en verdad, es preocupante y digno de voltear a ver este fenómeno popular entre algunos sectores de jóvenes y no tan jóvenes, que si vamos un poco más allá que su discurso de odio y de amenaza, con certeza arribaremos a una de las manifestaciones con que la derecha está inundando al mundo en su afán de dominarlo y desaparecer todo lo que huela a progresismo. Y un tema importante que a la derecha no le cuadra para nada, es la sexualidad, por lo que ha hecho, hace y hará hasta lo imposible por inhibirla hasta desaparecerla. Pero, oh, realidad, todo apunta en que eso no sucederá nunca. Pero mientras llega el nunca, la derecha en todas sus tendencias, día a día lanza ataques en contra de ella.

          Desde tiempos ancestrales, el celibato ha sido uno de las estrategias que la derecha ha utilizado para buscar restringir la sexualidad a su mínima expresión que es la reproducción. Y entonces, toda sexualidad que no esté dirigida a ella, está prohibida y es pecado. Aunque, en muchas ocasiones, no este precepto no lo acaten ni sus promotores y vigilantes de la buena moral humana.

          Según el diccionario más famoso en la red, "celibato es el estado de soltero o sea célibe (en latín caelebs, caelibis). El término adquirió un sentido de compromiso, de opción de vida. La opción por el celibato puede ser religiosa, como se presenta entre los sacerdotes y monjas católicos, los monjes budistas y otras religiones; filosófica, como la opción de Platón por el estado celibatal; social, como se presenta en quienes optan por dicho estado como opción personal, Lo común es que el estado celibatal sea voluntario, pero también puede ser inducido o forzado, como en el caso de los esclavos".

          Para la composición de estas líneas que está Usted leyendo, resultó oportuno hacer a un lado al celibato por motivos de pertenecer a una orden religiosa y por ello tener que profesar votos de castidad, situación que le da un doble carácter: por un lado, es obligatorio porque para pertenecer a esa orden es necesario cumplir con este requisito (aunque en muchas ocasiones no se cumple); mientras que por otro es voluntario porque en términos generales se puede decir que de manera voluntaria uno o una entra a formar parte activa de determinada orden confesional dentro de cuyos requisitos es profesar el celibato.

          Entonces, aquí es preciso referirse a dos tipos de celibatos que en los últimos tiempos han estado en los medios de comunicación. El primero de ellos, es el celibato y la castidad voluntarios que el actor y activista de extrema derecha, Eduardo Verástegui, ha practicado por voluntad propia desde hace tres quinquenios, ello acorde a su fe católica extrema que raya en el fascismo y el nazismo, y con el objetivo de, según él, honrar a la mujer que en su momento será su esposa.

          El otro celibato es el que motivó estas líneas y que es el involuntario y que se manifestó el pasado martes 23 del presente mes en las instalaciones del CCH Sur de la UNAM con la muerte del joven Jesús Israel de 16 años, a manos del joven Lex Ashton, de 19 años, quien pertenece a una red de jóvenes de sexo masculino que bajo el acrónimo INCEL difunden una ideología radical en la cual la culpa de todo la tienen las mujeres, principalmente de lo que a sus integrantes no les sale bien.

          El joven Lex Ashton integrante de INCEL, acrónimo de la expresión "Célibes Involuntarios", poco antes del ataque a su compañero de bachillerato, escribió en sus redes sociales: "Yo he perdido todo, no tengo trabajo ni familia, ni amigos, no tengo motivos para seguir con la vida, pero saben qué, no pienso irme solo, voy a retribuir a todas esas malditas y todos lo van a ver en las noticias".

          Y es que el joven Lex Ashler, herido en su masculinidad porque las mujeres ("todas esas malditas" a las que se refirió en su mensaje), no le hacían caso, prefigura una imagen de él toda distorsionada lo que lo llevó a escribir las siguientes líneas: "Escoria como yo tiene la misión de recoger la basura".

          Es oportuno recordar dos puntos: 1.- La expresión "Célibes Involuntarios" (INCEL) fue acuñada en la década de los años noventa del siglo pasado a través del blog llamado "El proyecto de celibato involuntario de Alana", elaborado y difundido por una joven canadiense que se hacía llamar "Alana", y en la cual documentaba su imposibilidad de iniciar o mantener una relación sentimental muy a su pesar; y 2.- La popular serie de Netflix llamada "Adolescencia" trata el tema.

          Por último, no resulta obvio decir que este "Celibato Involuntario" es para preocuparse.