El reto político mundial de 2025 fue lidiar con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en su segundo mandato. Impredecible, arbitrario y plenipotenciario, Trump es el tigre de la rifa geopolítica y nadie lo tiene más cerca -en geografía y negociación- que la presidenta Claudia Sheinbaum. Se presagiaban catástrofes que no se han producido. Sheinbaum, con prudencia y firmeza, estableció política soberana, de coordinación y colaboración con Trump, sin subordinación.
Y funcionó. Aunque faltan 3 años de Trump en la Casa Blanca.
I
Vidas cruzadas, ¿destinos comunes?
Sheinbaum parte de una premisa estratégica: América del Norte representa prosperidad material para México. Por geografía, integrarse a las cadenas de producción norteamericanas (lo que incluye a Canadá) es vital para la viabilidad económica de nuestro país. Pueden buscarse otros socios comerciales, aunque no con el mismo rendimiento y ventajas comparativas obtenidas desde nuestra posición geográfica.
En sentido cultural hay otra historia: México es sur y tiene que mirar más allá de la mera conexión económica. De hecho, Sheinbaum en sus llamadas telefónicas con Trump hace valer la cultura sur de respeto a la diversidad y defensa de derechos civiles en tiempos de migración forzada. La agenda está cargada, pues, y mirar con ojo sur y ojo norte es ejercicio discursivo cuidadoso. Política digna, para entrar de pie a la modernidad.
De todos modos, la complejidad bilateral México-USA se acentuó en 2025 por el cambio de modelo en el ejercicio del poder político y la sincronía de tiempos. México y Estados Unidos coincidieron en su agenda de cambios institucionales y esto eleva la dificultad para realizarlos con eficacia.
México enfrenta a) variables externas con impacto social: el destino de millones de trabajadores en Estados Unidos, ascendencia sur que tiene ya credencial norte; b) Presiones a políticas de seguridad y combate al crimen organizado; c) incertidumbre mediática, pues Trump y su equipo se manejan con ligereza y ´posverdad´: poder desnudo que lanza notas falsas para confundir al interlocutor. Así se enturbia cualquier diálogo en la mesa bilateral. Y viene, en 2026, la renegociación del T-MEC. Trump plantea dos tratados bilaterales con Canadá y México. Es decir: negociar por separado con cada país. ¿Otra finta, o realidad proteccionista? Sheinbaum defiende el enfoque trilateral. ¿Hay dilema en puerta?
¿Cómo identificar lo que importa del discurso Trump? las declaraciones grandilocuentes son fuegos fatuos, mientras lo importante queda silenciado. Sheinbaum habla cuando es necesario y no se engancha con las críticas de Trump y colaboradores. Hay un juego de imagen para la galería (en redes y medios) y el juego real que se firma en documentos. Trump, en su segundo periodo presidencial, luego de un triunfo electoral contundente, maneja palabras que quieren infundir miedo: desastre económico, intervención militar, choque cultural. La estrategia Trump se palpa en la siguiente reflexión: "El temor del peligro es diez mil veces más aterrador que el Peligro en sí mismo, (...) entonces descubrimos que el peso de la Ansiedad supera en mucho al de la Desgracia que provoca esa misma Ansiedad" (Wilkie Collins). No la acción: hacer ver como inminente una acción. Trump negocia con martillo mediático: anuncia para realizar. Eso ya lo sabe Sheinbaum, que no se congela y le ha tomado la medida.
II
Política es dignidad
"Trump habría firmado una orden secreta instruyendo al Pentágono a utilizar la fuerza militar contra los cárteles del narcotráfico en América Latina". (New York Times, 11/8/2025), A pregunta directa sobre este buscapiés mediático, la presidenta Claudia Sheinbaum dijo: "es inaceptable cualquier intervención militar".
El gobierno de México debe tener paciencia con Trump, que practica el juego doble de declaraciones y decretos. Hubo amenazas de aranceles por un "Tratado de aguas compartidas" que data de 1944 y que Trump sacó a relucir. La negociación del secretario de Economía, Marcelo Ebrard, pudo subsanar lo que de otro modo hubiera sido perjuicio año con año para tres estados del norte. Se percibe que todo lo mide la presidenta Claudia Sheinbaum a partir de una convicción: pensar antes de actuar -no sucumbir a la prisa política que impone Trump- y no agobiarse por fintas mediáticas. A nivel internacional, se reconoce que Sheinbaum como mandataria -con menos fichas que otros gobernantes europeos- ha logrado contener al rinoceronte Trump y negociar con dignidad.
III
Miradas desde dentro
La oposición política tiene otros datos: asumen que "Sheinbaum no ha estado a la altura del reto bilateral y que todo lo logrado son meras palabras, todavía, sin resultados positivos para México". Están en su derecho y faltan historias de la relación bilateral, aunque se equivocan al extender esa visión política en la forma de quejas hacia el exterior por asuntos internos de México. La soberanía y el interés nacional pasan así a segundo término, error que quizás se pagará en las urnas de 2027.
La comentocracia, por una vez, no sigue a pie juntillas el relato de la oposición política: reconocen la dificultad de negociar con Trump y perciben en Sheinbaum capacidad y liderazgo.