Con la pequeña ayuda de mis amigos

Entre golpes, traiciones y viajes al imperio

La narrativa moderna de los comentócratas conservadores grita, escribe y dice a los cuatro vientos y a todo color, que la ira del presidente del PRI se despertó después de que el entonces presidente del senado lo acusara de traición a la patria junto a su partido, sus amigos, socios y cómplices, lo que sumado a su característica propia de todo caballero defensor de las féminas, hizo que le aflorara el espíritu pugilista que todo buen priista debe llevar dentro y, por lo mismo, exorcizara su potencial juvenil y pendenciero a través de írsele a los golpes al susodicho presidente del senado, quien por cierto según esta narrativa se lo tenía bien merecido por atentar y provocar a las buenas conciencias "defensoras" de la Nación.

          Y es que estas "buenas conciencias" han estado presentes en el escenario público con una actitud de cuerpo que durante el pasado proceso electoral pretendió ser sólido pero que en la realidad resultó ser un fenómeno fallido derrotado en las urnas, encabezado formalmente por la candidata de la Coalición Fuerza y Corazón por México, y se escribe "formalmente" porque en la vida política real quien los juntó y dirigió fue un empresario que a últimas fechas ha manifestado una tristeza infinita porque, según reconoció, la oposición ya se quedó sin dos grandes fuentes de amigos a modo: el Congreso de la Unión y el Poder Judicial de la Federación.

          Pero si bien es cierto la oposición ya se quedó sin esas dos fuentes de apoyo y amistad, todavía cuenta con otras personas, instituciones y empresas solidarias en su lucha en contra de la cuarta transformación, como parte del mismo Congreso de la Unión, del Poder Judicial de la Federación, de la iglesia católica, de las iglesias protestantes, del INE, de la UNAM, de universidades privadas, de la academia, de los medios de comunicación, de la derecha y ultraderecha nacional e internacional, entre otros amigos.

          Esta situación permite recordar que The Beatles en voz de Ringo Star interpretaron "A little help from my friends", o lo que es lo mismo: "Con una pequeña de ayuda de mis amigos", canción que termina con un par de líneas que para la oposición bien se pueden acomodar a esta situación: "Yes I get by with a little help from my friends / With a little help from my friends". O en español: "Sí, lo lograré con una pequeña ayuda de mis amigos. / Con una pequeña ayuda de mis amigos".

          Así termina la canción escrita por John Lennon y Paul McCartney, famosa a nivel mundial por la versión que de ella hizo Joe Cocker y que sirvió como tema musical del programa de televisión "The Wonder Years", mejor conocido en México como "Los años maravillosos".

          Y a esos "años maravillosos" quisieron regresar los integrantes de la Coalición Fuerza y Corazón por México, aspecto que no sucedió a pesar de que contaron "con una pequeña ayuda de mis amigos", ayuda que por cierto, no fue nada pequeña.

          Y esta actitud de este sector del espectro político nacional, permite traer a colación al teórico conservador decimonónico Lucas Alamán, y que ha sido rescatado por la socióloga y doctora en ciencia política Elisa Cuevas en su libro "Origen del municipio, los impuestos y el dedazo: Cortés, Alamán y Santa Anna" (Editorial Crisol Acatlán). Lucas Alamán dijo: "Nos llamamos conservadores. ¿Sabéis por qué? Porque queremos conservar la débil vida que le queda a esta sociedad."

          Deseo y práctica que provocó que la candidata de la Coalición Fuerza y Corazón por México fuera a Nueva York, Washington y Madrid (o sea, al imperio y a la gran metrópoli) en febrero de 2024, a llamar a la OEA, a Estados Unidos y a España, a ver lo que desde su perspectiva sucedía en México y a que observaran de cerca el proceso electoral en curso, actitud que para muchos pareció una invitación a que naciones extranjeras intervinieran en la vida política nacional, situación que provocó recordar lo que sucedió una década después de la muerte de Lucas Alamán cuando sus correligionarios acudieron ante la nobleza europea para que nombraran un emperador en México, lo que derivó en que de 1864 a 1867, se instituyera lo que se llamó Segundo Imperio Mexicano, encabezado por Maximiliano de Habsburgo.

          Pero eso fue en el México de ayer, porque en de hoy el presidente del PRI se enoja porque lo llaman traidor a la patria, y también se enerva porque a una senadora del PAN el entonces presidente del senado también la llamó así, y todo porque, dicen los comentócratas conservadores, sólo le solicitó al gobierno de Estados Unidos que implemente acciones que "ayuden" a México a superar una situación de la vida interna mexicana.

          Y es que ya lo dijeron Lennon y McCartney, y así lo cree la oposición: "Sí, lo lograré con una pequeña ayuda de mis amigos. / Con una pequeña ayuda de mis amigos".

          Aunque la oposición no se ha dado cuenta que esos "años maravillosos" no regresarán, ni con la ayuda de sus amigos.