El gas natural la crisis de México (II)

SEGUNDA Y ÚLTIMA PARTE

En México existe el fenómeno: Menor producción, mayor importación.

La producción nacional, no ha crecido al ritmo de la demanda, lo que ha obligado a importar grandes cantidades de gas, perdiendo soberanía respecto al gas natural, y siendo los Estados Unidos quienes han debido ayudar al país.

Casi en su totalidad del gas importado proviene de su socio comercial, a través de la red de ductos que existen entre ambos países. Teniendo un precio relativamente bajo, al compararlo, si este fuera importado como gas natural licuado (GNL), y el cual podría valer entre 3 a 5 veces por arriba del precio actual. El gas proveniente del vecino del norte es extraído de las cuencas que requieren la realización de la factura hidráulica en formaciones de baja permeabilidad (Fracking). Entonces por qué en México no está permitido.

El gas consumido en México del total el 70% es enviado al sector eléctrico, 16% para las actividades petroleras, 12% a la industria, 1% a la parte residencial, y el resto, repartido al sector de servicio y autotransporte.

México está provocando tener una crisis del gas natural, debido a que solo produce el 30% del total del gas que se consume para generar electricidad, y el resto tiene que ser importado.

Al incrementar el consumo por parte de la CFE podríamos entrar en una crisis. Podrían provenir, en el dado caso que haya interrupciones de suministro de Estados Unidos, debido a que México cuenta con aproximadamente 2.4 días de almacenamiento de gas natural. El país está trabajando en un plan para aumentar su capacidad de almacenamiento a 5 días, pero aún no ha desarrollado la infraestructura necesaria para lograrlo. Realmente se logrará.

Además, debe ser considerado la nueva geopolítica del gas natural, y a donde estados Unidos, podría realizar cambios regulatorios en los permisos de exportación, o en la infraestructura estadounidense, pudiendo el limitar la cantidad de gas disponible para México. Esto lo vemos en los cambios de autorización de plantas de GNL, dados en forma más rápida en el mercado de nuestro socio comercial, y en algunas empresas que están dejando en pausa las inversiones de este tipo de plantas en el país.

Ante la futura crisis del gas natural, y el aumento de la dependencia del gas de Estados Unidos, México está atrasado y fuera del negocio.

El incrementar la producción nacional, conforme al plan presentado por parte de Pemex, dependerá del presupuesto de inversión que la cámara de diputados asigne, y a partir de este dinero, deberán concentrarse la empresa en los contratos mixtos que ayuden a incrementar, y mantener la producción. Del gas que distribuye la empresa del estado, solo el 15% es enviado a ductos de gas seco, y el resto a plantas endulzadora, y criogénicas para su adecuación e utilización en los diferentes procesos de la cadena en la operación de la empresa.

Pemex no importa gas en su totalidad, el que controla y realiza la mayoría de las importaciones es la CFE, debido a que necesita un gas seco para la generación de electricidad, y parte de sus ingresos de la empresa está en la venta al sector industrial.

La solución:

Reactivar la producción en la cuenca de Burgos, la cual permitiría disminuir significativamente la dependencia de las importaciones. Aprovechar el potencial de los yacimientos convencionales y, sobre todo, de los no convencionales, podría cubrir una parte importante de la demanda nacional y devolver seguridad al sistema eléctrico. Pero todo esto necesita voluntad económica, y apertura a las fracturas hidráulicas.

Realmente México está en tiempo de hacer un cambio real ante la crisis que está por venir.

– Grupo Caraiva – Grupo Pech Arquitectos