* Reflexiones para la generación que imaginó otro país, diverso
* Literatura y dura coyuntura: Taibo II y el post68, en clave radical
* Toma del poder, cómo, por qué y para qué: dilema democrático
MAÑANA la presidenta Claudia Sheinbaum encabezará la celebración de un año de su llegada al poder mediante el voto. Representa a la generación heredera del movimiento de 1968, pero también de muchos otros que se remontan a las movilizaciones populares, campesinas, estudiantiles, sindicalistas, y al sacrificio de activistas en una historia de resistencia, rebeldía y no pocas veces vuelta a empezar.
A nivel mundial 1968 fue parteaguas político y cultural. Casi seis décadas después, queda claro que el impulso cultural del 68 superó a la efervescencia política. Los movimientos estudiantiles surgieron en diferentes contextos: Tokio (Asia); París, Milán, Praga (Europa); Río de Janeiro, San Francisco, Los Ángeles, Chicago, Buenos Aires, México (América). Pese a la diversidad cultural, tuvieron rasgos comunes: toma de palabra, apertura democrática y crítica a la gerontocracia (gobernantes viejos o más bien con ideas anquilosadas) que aplicaba freno a derechos civiles, jerarquías rígidas en trabajo, educación y ciencia, así como un punto crucial: la guerra como negocio. Los jóvenes de Estados Unidos reclutados para Vietnam se preguntaban por las razones de la pesadilla.
Mucho se ha avanzado en la ruta cultural del 68: derechos civiles robustos (que se ven amenazados por el giro conservador de Donald Trump), flexibilidad y meritocracia en áreas laborales, educativas y científicas. Sin embargo, la economía de guerra sigue en el tablero geopolítico como punto inamovible. Ahora se añade la ´guerra´ de los gobiernos contra el crimen organizado. Daños colaterales abruman a la población civil.
Las líneas que siguen abordan, a partir de un texto literario, la semilla cultural del 68.
HÉROES CONVOCADOS
NÉSTOR, JOVEN ACTIVISTA del 68 mexicano, trabaja como periodista de nota roja en 1970. Obsesionado por entrevistar a un asesino serial de mujeres, recibe un cuchillazo de éste y termina en el hospital. Mientras convalece, atormentada conciencia que va y viene, Néstor decide convocar a los héroes de su infancia literaria para tomar el poder. Lo que no pudo hacer su generación, atropellada literal y simbólicamente en la Plaza de las Tres Culturas, Tlatelolco. En el terreno de la ficción, el 2 de octubre potencializa la imaginación.
La novela "Héroes convocados" (1982) de Paco Ignacio Taibo II, tiene subtítulo sugerente: manual para la toma del poder. Lo que estaría a debate es, en clave generacional, si el movimiento estudiantil buscó tomar el poder o tuvo objetivos que no pasaban por retar al sistema político a ese nivel. La articulación pública del movimiento estudiantil puede rastrearse en el pliego petitorio del Consejo Nacional de Huelga (CNH, 8 de agosto de 1968): "Los estudiantes exigimos a las autoridades correspondientes la solución inmediata de los siguientes puntos: 1) libertad a los presos políticos; 2) destitución de los generales Luis Cueto Ramírez y Raúl Mendiolea, así como también el teniente coronel Armando Frías; 3) extinción del cuerpo de granaderos, instrumento directo de la represión y no creación de cuerpos semejantes; 4) derogación del artículo 145 y 145 bis del Código Penal Federal (delito de disolución social), instrumentos jurídicos de la agresión; 5) indemnización a las familias de los muertos y a los heridos que fueron víctimas de la agresión desde el viernes 26 de julio en adelante; 6) deslindamiento de responsabilidades de los actos de represión y vandalismo por parte de las autoridades a través de policía, granaderos y Ejército." Después, entre el 9 de agosto y el 13 de septiembre (manifestación del silencio) se añadió la petición de diálogo público con el gobierno federal. No se concedió la moción de diálogo. Lo que sí logró el EZLN en 1994. Democracia aplazada o simulada.
No hubo, en documentos de 1968, arenga estudiantil para tomar el poder. Sí hubo repulsa generacional al poder del PRI hegemónico.
IMAGINACIÓN ES PODER
LO QUE TAIBO II realiza con "Héroes convocados" es revancha lúdica como toma imaginativa del poder. Sherlock Holmes y un perro descendiente del "Sabueso de los Baskerville" atacan al presidente de la república, que dice ´ay nanita´, profecía del ´siento ñañaras´ de Vicente Fox; los tigres de Malasia de Emilio Salgari, con Sandokán a la cabeza, copan el Congreso de la Unión; los mosqueteros de Dumas enfrentan y vencen a policías judiciales que buscan a Néstor en el hospital, epicentro de los héroes convocados.
La revuelta imaginativa tiene contrapunto realista. Véase el capítulo XV, "Los organizados y los que van por libre", que incluye participación ciudadana en la toma del poder: "D´Artagnan discute con tres mil ferrocarrileros sobre un vagón de la terminal de Pantaco. Parece que la insurrección ha entrado en la hora de la verdad. (...) Sobre la ciudad descienden las turbas de los que no tienen nombre. (...) Los que tienen quemaduras y heridas por falta de equipos de seguridad industrial, los que fueron despedidos en diciembre para no pagarles aguinaldo, los que trabajan jornadas de 60 horas con pago de 56, a los que les robaron las cuotas sindicales durante los últimos 15 años, los despedidos por querer formar un sindicato independiente". Esa ciudadanía trabajadora, que acompaña a los héroes convocados, en la realidad definió de forma pacífica el cambio de régimen en 2018 y lo ratificó en 2024. Hazaña política y cultural que tiene raíces en el 68 estudiantil.
Poder útil, sin nostalgia, es la consigna.
(vmsamano@hotmail.com)