* Construir proyectos y propuestas políticas desde los ciudadanos
* Forma y fondo del disenso MX: ¿en qué lugar se coloca al país?
* Reto: comprender el interés público, para articular el interés partidista
CUALESQUIERA que sea la definición ideológica de la oposición política en México, no logrará presencia social si persiste en olvidar la terracería, el trabajo a pie, cara a cara, que es conexión ciudadana. Es saludable que los diversos grupos, no importa su definición política o sus preocupaciones, se organicen y marchen; importa que lo haga de manera pacífica, y que el gobierno responda también civilizadamente.
Si algo debe recordar la oposición -que fue gobierno por 8 décadas, y el gobierno que fue oposición- es la brega de polvo y zapatos que por años asumió la izquierda social: inclusive hasta el caso de arriesgar la vida en los desesperados movimientos guerrilleros de los años 70, Otros grupos persistieron en la apuesta a la organización, cercanía popular, conocimiento de problemas locales, recorridos pueblo por pueblo y construcción de militancia. El ejercicio del poder tampoco debe desatenderse de su origen.
La terracería con causa, festiva y solidaria pese a las carencias, sostuvo a la izquierda social primero dispersa o en partidos marginales, luego en el Frente Democrático Nacional (FDN), de ahí al PRD, que desembocó en Morena cuya integración y composición sigue a debate. Este partido-movimiento sacudió al sistema en 2015, en su primera participación electoral. Apenas 10 años, historia en curso. Estrategia exitosa casa por casa, comunidad por comunidad.
Si la oposición quiere incidir en la república, debe recuperar credibilidad por el acercamiento a los ciudadanos. Veamos el panorama opositor con premisa crucial: obtención del poder por representación social genuina, no por interés cupular para (volver a) medrar desde cargos públicos. Algo que no debe ignorar Morena porque es el germen de la propia destrucción de los partidos.
REDES Y PANTALLAS
LA OPOSICIÓN ACTUAL apuesta por presencia mediática que es fría ante el ciudadano. A propósito del lamentable asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, una investigación de Animal Político (11/11/2025) identificó "granjas de bots con dos millones de cuentas hechizas, muchas de ellas con localización en Colombia, Argentina y España". Propósito: "generar tendencia de rechazo al gobierno federal por incapacidad para brindar seguridad". Lo preocupante es la conexión de la oposición mexicana con la ultraderecha internacional de tendencias intervencionistas.
Por otro lado, es visible la presencia opositora en foros de debate. Hecho democrático saludable. Aunque llama la atención su incapacidad para realizar críticas con propuestas. No nos escuchan, afirman. Aquí se ha escrito sobre la urgencia de un proyecto opositor de nación. Los opositores foristas se quedan en la crítica acompañada de descalificación. Hacen falta propuestas novedosas y de compromiso social; persiste la nostalgia por el modelo neoliberal. ¿Surgirá alguna alternativa?
INJERENCISMO Y SOMBRERO
LA OPOSICIÓN POLÍTICA carece de vigor republicano al pedir la intervención de Estados Unidos. El argumento es: ´colaboración para resolver problemas´. Olvidan la soberanía en su rasgo territorial. La presidenta Claudia Sheinbaum dice: "colaboración, sin subordinación". Esta idea les parece obsoleta o retórica. Recordemos que la intervención de EEUU es ocupación y saqueo; nada es gratis.
¿Cómo piden la intervención? Vía medios televisivos internacionales, en reunión con legisladores estadounidenses, con documentos enviados a la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y hasta peticiones a Donald Trump, presidente de Estados Unidos. Lo más grave: deslizaron la idea en el congreso. ¿Acciones selectivas? Es lo que ya hacen los vecinos del norte.
Ahora los opositores se ponen el sombrero que simboliza el movimiento del alcalde asesinado Carlos Manzo. La petición de seguridad y la base agrícola/campesina de Uruapan lleva de nuevo a los caminos de Michoacán. Manzo tuvo presencia social -fue legislador de Morena- y después -discrepancia en las encuestas para designar candidato a alcalde- renunció y ganó como independiente. ¿Lección? Cercanía ciudadana. Mientras tanto, hasta el polémico Ricardo Salinas Pliego se puso el sombrero.
No se comprende que el interés público es diferente del interés partidista: sin representación social, la política es cascarón vacío. Se necesita disenso, oposición inteligente por conocimiento de los problemas vía territorio y ganar la confianza que son los votos. Mientras Morena no debe olvidar que el bono democrático tiene un objetivo, la mayoría no es un fin en sí misma.
(vmsamano@hotmail.com)