Escala Crítica

Tiempo personal y tiempo social: reflexiones sobre tiempos de cambio; individuo y democracia

* "Tengo libertad, pero no tengo mucho tiempo", fugacidad, estirpe Kafka

* Historia y vida cotidiana: comparativo/cambios/anhelos, México 2018-25   

*Dinero y tiempo: ganancia metálica, parámetro sin lo humano intangible 

NO SABEMOS lo que es el tiempo, aunque lo experimentamos cada segundo de nuestras vidas. El tiempo es el gran misterio de la existencia: "tiempo, escultor de bellezas y atrocidades", escribió Marguerite Yourcenar. 

Con la venia del lector, más allá de premuras de tiempo ineludibles por la temporada decembrina, hago aquí reflexiones sobre una distinción que me parece fundamental: tiempo personal y tiempo social.   

BOMBAS Y NATACIÓN   

¿CUÁNTO DUERME una persona joven en el siglo XXI de redes sociales y entretenimiento 48 horas al día? Difícil saberlo con exactitud, aunque hay encuestas que ubican rango de 3 a 5 horas, lejos de las 8 horas que representan la llamada higiene del sueño. Si observamos estos rangos deficitarios del dormir, parece un hecho matemático que las nuevas generaciones sueñan menos. 

"Hambre de eternidad padece el tiempo", dijo Octavio Paz. En el libro bíblico de Eclesiastés se plasmó: "hasta la eternidad ha puesto en el corazón de ellos". El deseo de más tiempo de vida es una constante en las culturas de cualquier época. Anhelo que se complementa con el de una vida mejor. Nadie pensaría vivir más si no existiera la posibilidad de mejorar. El tiempo del individuo está marcado por necesidades básicas y, sin embargo, siempre hay espacio para la utopía. Estamos hechos de tiempo y de sueños.

RELOJ DE PULSERA CON HISTORIA 

FRANZ KAFKA registró en su diario dos acontecimientos: la caída de las bombas en su ciudad, Praga, y una sesión vespertina de natación. Era 1916 y Kafka, precoz mago literario, sintonizó los dos relojes: el de la historia (bombardeo) y el personal (ir a nadar). De diferentes formas, con parecido alucinante, los individuos estamos atados a un reloj social y a un reloj personal.

El tiempo mexicano 2025 fue marcado por la dinámica de cambios sociales que desde 2018 tuvieron impacto político en el gobierno federal. Millones de individuos sintonizaron su reloj personal con el reloj social y produjeron un cambio de gobierno y un cambio de régimen, como lo enfatizó en su momento AMLO y ahora la presidenta Claudia Sheinbaum. 

Son raros los tiempos en que convergen el reloj social y el reloj personal. México en los años recientes, de forma pacífica, experimenta cambios que en otra época habrían costado sangre, sudor y lágrimas. Bueno: sudor y lágrimas no faltaron. Celebremos la hazaña cultural de un cambio pacífico para la orientación de las políticas de gobierno. Celebremos y miremos con responsabilidad dos relojes: lo que depende de nuestro comportamiento personal y lo que depende de un contrato social de convivencia.

ENTRE DINERO Y TIEMPO

EL DINERO ES, en nuestro tiempo, signo ineludible de éxito social. Bajo ese parámetro material, que arrastra como tsunami, los individuos pueden perder algo muy valioso: tiempo personal, para ellos y su familia. Tiempo de camaradería y construcción de afectos. La prosperidad, por sí misma, no es garante de felicidad. "Hay que rodearnos de personas, no de objetos", dijo Elías Canetti. Atesoramos vivencias y recuerdos, no los elementos fríos y duros de materialidad que acaso deshumanizan a sus poseedores.

Carlos Monsiváis, al comentar un libro de Octavio Paz, habló de "obsesiones características" del ser humano: "el hombre ante sí mismo, la experiencia del tiempo y del ser, el poema como cuerpo y el cuerpo como poema". En esas obsesiones que el cronista encontró en el único Nobel de literatura mexicano, se percibe la hermosa mezcla de tiempo social y tiempo personal. ¿Estamos hechos de tiempo fugaz que se quiere eterno?

"Soy la sombra que arrojan mis palabras". Octavio Paz.

(vmsamano@hotmail.com)