Evitar la vieja anormalidad en la reapertura de la economía; oportunidad de construir

*En los centros de trabajo, en las comunidades, tiempo de mayor cuidado *Habrá una caída, “pero no como la desean los adversarios”: AMLO

POCO a poco se va construyendo la “nueva normalidad”, o se debería ir construyendo, porque de lo contrario regresaríamos a la vieja anormalidad. Al tiempo que la autoridad federal supervisa el cumplimiento de los protocolos en las empresas que están retornando a sus actividades, los gobierno estatales se hacen cargo de nuevas medidas –o la ratificación de las existentes-, para cumplir con su compromiso de frenar o por lo menos controlar la expansión de los contagios. Una tarea que requiere de la activa participación de las comunidades y los individuos.

Durante la conferencia matutina al presidente Andrés Manuel López Obrador de ayer la Ciudad de México le insistieron en calcular cuánto podría caer la economía en el país. Todavía hablando en términos de Producto Interno Bruto (PIB); pero varios países, entre ellos México, sin descuidar la contención de la caída del PIB (y su muy difícil crecimiento), han enfocado sus políticas en la base de la pirámide: frenar el desempleo, la pérdida de ingresos y el desplome mayor del consumo.

En síntesis, evitar un deterioro irreparable en la calidad de vida…al tiempo que se sigue combatiendo al COVID-19. La mayoría de los investigadores sostienen que tenemos que aprender a coexistir con la amenaza del virus y atender otros riesgos.

En Europa y Asia se inició la “desescalada”, un concepto que inicialmente la Real Academia rechazó más por provenir del inglés que por tener su origen en términos militares. Aceptada la palabra, ahora desescalar se aplica a la disminución progresiva de las medidas de restricción para combatir los contagios. Aunque en realidad estaríamos ante una combinación de las normas de control y la necesidad de reanudar las actividades…sin bajar la guardia.

LA AMENAZA SIGUE AHÍ

EN LAS EMPRESAS, en las comunidades, en los hogares, poco a poco retornan a sus labores habituales. Ahora es cuando los protocolos de higiene y seguridad tienen que ser más cuidados; no como lamentablemente está sucediendo: mucha gente actúa como si el riesgo de contagio hubiera terminado.

De hecho, como bien dijo el empresario Carlos Torres Vila (España): “Esta crisis nos ha traído una oportunidad única de repensar y rediseñar nuestras formas de trabajar y el retorno también nos servirá para empezar a probar nuevos modelos en este sentido, aprovechando las dinámicas adquiridas en estos meses”.

En relación a la economía nacional, el presidente López Obrador comentó ayer que es cierto que “va a caer un poco (…), pero no como lo piensan nuestros adversarios, que quisieran que se derrumbara, no va a ser así, vamos a salir bien, tengo mucha fe en el futuro”.  A propósito de la “fe en el futuro”, aquí se aplicaría aquella frase de Pablo Picasso retomada por Jorge Luis Borges: “La inspiración existe, pero te tiene que encontrar trabajando”. Dicho de otra manera: “A Dios rogando, y con el mazo dando”. Lo que sigue, pues, es trabajo y más trabajo.

Apuntó AMLO: “La caída en la economía, aunque sea en poca proporción, en poco porcentaje, nos afecta en cuanto al incremento de deuda, porque significa que baja el Producto Interno Bruto (…) y esto también se hace acompañar de la depreciación de la moneda, y hay todavía un porcentaje de la deuda de México en dólares, un porcentaje considerable, como del 20 por ciento; entonces, al haber una depreciación del peso, nos aumenta la deuda”.

Hay muchos factores externos, pero la recuperación dependerá en gran medida del esfuerzo nacional y colectivo…con una redistribución colectiva, justa y nacional, del producto de ese esfuerzo.

De acuerdo a lo expuesto por la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, las empresas que ya reiniciaron actividades están sujetas a una apertura condicionada. Quizá eso sea lo menos complicado de supervisar. Los economistas hablan ya de un “desempleo estructural”, para referirse a los puestos de trabajo que se están cerrando y que se cancelarán en lo que resta del año con motivo de la crisis sanitaria y la suspensión de actividades.

Usted puede revisar los informativos y también recabar testimonios entre los conocidos donde la mayoría de las empresas han recurrido al recorte de personal, disminución de salarios, revisión de beneficios laborales, etcétera; esto trae como consecuencia la caída en la capacidad de consumo –de por sí ya deprimida y la cual el gobierno de AMLO buscaba remontar con los programas de becas, pensiones, créditos.

Una medida de la que ya habíamos comentado aquí hace por lo menos diez años llegó como iniciativa ayer a la Cámara de Diputados: la bancada de Morena por medio de Porfirio Muñoz Ledo, Lorena Villavicencio y Gabriela Cuevas, propusieron que se establezca en el país el Ingreso Básico Ciudadano. En principio, sostienen, es un recurso que se deberá entregar durante un trimestre a las personas afectadas económicamente por la parálisis de la actividad laboral.

En otros países se ha aplicado como Renta Básica Universal o Renta Mínima pero de manera parcial o temporal: Brasil, Canadá, Argentina, Finlandia. El único país que hasta ahora lo sostiene como una política permanente desde 1992 es Alaska, con recursos provenientes de su renta petrolera.

Si se quiere una “nueva normalidad”, México requerirá soluciones imaginativas para evitar una catástrofe.

AL MARGEN

EN TABASCO reportaron 193 nuevos casos positivos de COVID-19 en Tabasco durante las últimas 24 horas (al cierre de las tres de la tarde), pero habrá que tomar en cuenta que varias muestras tardan tres y hasta cinco días en ser diagnosticadas. De todas formas el promedio es alto. (vmsamano@hotmail.com)