La culpa es de Salinas Pliego

La vida de Ricardo Benjamín Salinas Pliego

No crea amable lector de Diario Presente que le quiero achacar a Ricardo Benjamín Salinas Pliego, algunas  intenciones, responsabilidades, hechos y resultados que están muy por encima de su presencia y actuar en el espacio público, en el mundo político y en el espectro empresarial. No. Simplemente quiero confesar ante Usted que la vida de Ricardo Benjamín Salinas Pliego es la culpable de que yo en lo personal haga algo que nunca pensé hacer, y que no me enorgullece, por cierto.

          ¿Qué es esto que no me enorgullece?, me pregunto, y con pocas palabras se lo digo: Ricardo Benjamín Salinas Pliego es el culpable de que al menos en un aspecto yo reconozca que Xóchitl Gálvez tiene razón.

          ¿En qué tiene razón la ex candidata presidencial de la derecha?, también me pregunto, y lleno de vergüenza reconozco que tiene razón el dicho de la entonces senadora panista consignado en el texto de presentación del libro titulado "¿Y tú cómo te llamas? Las voces de los pueblos indígenas para nombrar a la gente", publicado en 2021 por el Senado de la República, que dice: "Cuando los padres piensan el nombre que le pondrán, en realidad están imaginando y creando expectativas sobre el futuro de la niña o niño".

          Más allá de las coincidencias que este libro firmado por Xóchitl Gálvez junto a Arnulfo Embriz, tenga con uno editado en España en 2004 y escrito por Daniel Nesquens y Elisa Aguilé titulado "Y tú ¿cómo te llamas?", en cuya descripción se lee que "el nombre de cada uno formará parte de nuestra identificación e identidad personal, aunque no lo hayamos elegido nosotros mismos. Es importante conocerlo", las líneas de Xóchitl Gálvez me dieron elementos para entender y explicar el pensar y el actuar de Ricardo Benjamín Salinas Pliego.

          "Cuando los padres piensan el nombre que le pondrán, en realidad están imaginando y creando expectativas sobre el futuro de la niña o niño", escribió Xóchitl Gálvez, y en el caso concreto de Ricardo Benjamín Salinas Pliego, sus padres no sólo imaginaron y crearon "expectativas sobre el futuro" de su hijo, sino que en el nombre que le pusieron plasmaron su realidad desde el momento mismo de su nacimiento, misma que le ha acompañado durante sus siete décadas de vida.

          Y es que no habrá que olvidar que Ricardo Benjamín Salinas Pliego nació en sábanas de seda, y creció rodeado de mimos y de lujos que la mayoría de los mexicanos carecemos. Sí, Ricardo Benjamín Salinas Pliego nació en una familia pudiente económicamente, y él lo que ha hecho es acrecentar su fortuna con ayuda de sus amigos integrantes de los gobiernos neoliberales, misma que a partir del sexenio anterior le dijo adiós y por eso su enojo.

          Pero Ricardo Benjamín Salinas Pliego no sólo nació en una familia económicamente poderosa, sino también llena de mañas para hacer de la pobreza ajena la fuente original de la riqueza propia, ello a través de la venta de enseres domésticos a las familias de escasos recursos, a altos precios pero con "pagos chiquitos" e intereses desorbitantes. Actividad que Ricardo Benjamín Salinas Pliego sigue cumpliendo al pie de la letra.

          Pero Ricardo Benjamín Salinas Pliego no sólo nació en una familia pudiente y llena de mañas para acrecentar su fortuna. No, también aprendió de ella, principalmente de su papá, Hugo Salinas Price, dos aspectos más: 1.- La práctica de no cumplir con las obligaciones fiscales evadiendo el pago de impuestos, y ejemplo de ello es el nacimiento de la empresa "Elektra", misma que en su momento Hugo Salinas Price la declaró en quiebra para no pagar los impuestos que debía al fisco, y vender sus acciones y activos, para luego recuperarlas a muy bajo costo y reactivarla con capital fresco, pero ya sin deuda al fisco; y 2.- Una posición política de ultraderecha, ya que su papá fue militante y fuente financiera de diversos grupos de ultraderecha en los años sesentas del siglo pasado, cuando Ricardo Benjamín Salinas Pliego transitó de la infancia a la adolescencia y primera juventud.

           "Cuando los padres piensan el nombre que le pondrán, en realidad están imaginando y creando expectativas sobre el futuro de la niña o niño", escribió Xóchitl Gálvez, y sus palabras en el caso de Ricardo Benjamín Salinas Pliego, se cumplieron a cabalidad. Me explico: si buscamos la etimología del nombre "Ricardo", con el cual sus padres, y puedo aventurar que principalmente su progenitor, visualizaban el futuro de su hijo, podemos leer lo siguiente: "Nombre masculino de origen germánico (de Ricohard) que significa ´gobernante valiente´, ´rey fuerte´ o ´poderoso por su riqueza´, combinando las raíces ´ric´ (rey, poder) y ´hard´ (fuerte, valiente). Popularizado por la realeza europea, es un nombre clásico y extendido, asociado a cualidades de liderazgo, fortaleza, honor y sensatez".

          Y bueno, Ricardo Benjamín Salinas Pliego ha cumplido las expectativas de sus padres y por ello es agiotista, evasor de impuestos y fiel representante de la ultraderecha, o como él mismo se define: "Yo, ultraderecha: Vida, Propiedad y Libertad", y con esta definición pretende gobernar México.

          Por todo lo anterior, estimado lector, es que reconozco que Ricardo Benjamín Salinas Pliego es culpable de que yo, todo avergonzado, diga: Xóchitl Gálvez tiene razón, al menos en este punto.