La derrota de X

La derrota de la Coalición Fuerza y Corazón por México y de Xóchitl Gálvez en el proceso electoral de 2024

Para documentar la derrota de la Coalición Fuerza y Corazón por México y de Xóchitl Gálvez en el proceso electoral de 2024, existen múltiples causas, unas externas y otras internas de dicha alianza y de su misma candidata. De las externas se pueden enunciar al menos cuatro: 1.- El reconocimiento y aceptación que el gobierno de AMLO, tenía entre la mayoría de la población; 2.- El desprestigio que los gobiernos encabezados por el PAN y el PRI, tenían entre la población; 3.- El descontento que la población tenía por los agravios recibidos mediante calificativos despectivos, racistas, clasistas y sexistas, vertidos en su contra por integrantes, simpatizantes y seguidores de la Coalición Fuerza y Corazón por México; y 4.- Las propuestas de campaña y de gobierno ("continuidad con cambio" de la 4T o "construir el segundo piso de la transformación") que ofreció la Coalición Sigamos Haciendo Historia conformada por MORENA, PT y PV, y por su candidata Claudia Sheinbaum.

          De las internas el listado podría ser infinito, entre las que sobresalen precisamente la propia coalición y su candidata a la presidencia de la república, y es que no hay que olvidar que la alianza entre el PAN, PRI y PRD no fue impulsada desde la política o por políticos, ni desde la sociedad por ciudadanos, sino que como lo documentó el periodista Álvaro Delgado en el libro "La disputa por México. Dos proyectos frente a frente para 2024", desde 2020 se fraguó, impulsó, conformó y dirigió bajo la égida e intereses de un empresario: Claudio X. González.

          Es decir, para su organizador más que un propósito político era un proyecto patronal que quería impulsar un plan político, pero sin contar con experiencia política, y, lo importante, sin conocimiento o con una percepción sesgada de la realidad nacional. Así, este proyecto nació sin que a su promotor le importara que los partidos políticos, por su historia, ideología, propósitos e intereses, estuvieran imposibilitados a conformar entre sí una alianza uniforme en prácticas y propuestas, confiable a los ojos de la mayoría de la población, lo que redundó en la imposibilidad de elaborar un plan de gobierno y, mucho menos, un proyecto de Nación. Y es que desde siempre habían dado la imagen de ser como el agua y el aceite, a pesar de que en los últimos tiempos cada uno de estos partidos políticos mostró ser una manifestación del neoliberalismo mexicano, pero desde diferentes puntos: 1.- El PAN con la representación del conservadurismo colonial, decimonónico, confesional y antirrevolucionario; 2.- El PRI desde la óptica del liberalismo decimonónico y del nacionalismo revolucionario; y 3.- El PRD a partir de la perspectiva de una (al menos en el papel) nueva izquierda socialdemócrata.

          A lo anterior habrá que sumarle la actitud agresiva, de guerra sucia, descalificaciones y mentiras en contra de la 4T, del entonces presidente de la república y de la candidata Claudia Sheinbaum, que de manera cotidiana mostró la Coalición Fuerza y Corazón por México, lo que provocó que la percepción del electorado fuese negativa a todo lo que representaba.

          Además, los electores confirmaron la falta de solidez política, ideológica y de preparación de la candidata Xóchitl Gálvez, quien dijo que ella era "xingona" y "especialista" en infinidad de temas, pero en la realidad mostró su gran capacidad para decir barbaridades o mitomanías como aquella de que voló la sierra tarahumara en una avioneta cuyas dos alas estaban agarradas con alambres y el espejo retrovisor pegado con masking tape; así como para hacer gala de su amplia ignorancia, y como muestra unos pocos ejemplos, que si los juntamos todos formarían un capítulo amplio en la antología del disparate mexicano: 1.- Presumió ser ingeniera, y no supo distinguir entre los minerales que se extraen de las minas y los minerales para consumo humano; 2.- Presumió ser empresaria, y no supo distinguir entre el outsourcing y el nearshoring; 3.- Presumió ser empresaria, y no supo que el porcentaje total de acciones de toda empresa, incluyendo las suyas, es de 100% y no del 130% como ella explicó; 4.- Presumió que era muy buena en matemáticas, y en la universidad reprobó cálculo; 5.- Presumió que ha viajado por todo el mundo, y a los países nórdicos los llamó "países noruegos"; 6.- Presumió que fue muy buena estudiante y que por ello se aprendió los "cinco continentes de las capitales del mundo"; 7.- Presumió que conoce al país como pocos, y declaró que Monterrey "se encuentra conformada por varios municipios"; 8.- Presumió que contaba con una "memoria privilegiada", y olvidó cuando le pegó a una piñata con el logotipo del PRI y cuando dijo que el PRD se había aliado con lo más oscuro en aras de buscar votos; 9.- Buscó ser presidenta, e invitó a votar el "2 de julio" de 2024, y su equipo dijo que sería presidenta en "2004"; y 10.- Presumió que iba a ganar, y perdió.

          Y para enmarcar la derrota de "X", hay que recordar a dos escritores: 1.- Carlos Fuentes y su "¿Para qué hacer las cosas bien si se pueden hacer mal?", en "La cabeza de la hidra"; y 2.- Mario Vargas Llosa y su "Mi entusiasmo político era mayor que mi coherencia ideológica", en "El pez en el agua".