Medios y divulgación científica: importancia del conocimiento en la vida y la economía

LA CIENCIA y la cultura son también política, entendida esta como el conjunto de decisiones y acciones que afectan el interés público, para bien o para mal.

LA CIENCIA y la cultura son también política, entendida esta como el conjunto de decisiones y acciones que afectan el interés público, para bien o para mal. Ayer tuve el privilegio de dialogar con profesores y estudiantes que acuden al Cuarto Simposio en Tópico de Biología Tropical en la División de Ciencias Biológicas de la UJAT. Agradezco no sólo la invitación del doctor Lenin Arias y de los organizadores de este encuentro, sino también de quienes con paciencia –y espero que con interés- me escucharon.

El tema propuesto fue "El papel de los medios de comunicación en la Divulgación de la Ciencia y la Tecnología", una invitación que me permitió revisar lo que hemos hecho como periodistas y lo que podemos hacer como comunidad para impulsar la ciencia. Ojalá también que sirva para provocar y mejorar el diálogo entre quienes hacen y enseñan la ciencia y los comunicadores no especializados.

Partí del hecho conocido de una explicable desconfianza entre los científicos y la gente común, más todavía si entre esta gente común se cuentan los periodistas. Existe una especie de prejuicio en el sentido que no comprendemos lo que el científico nos quiere transmitir. Lamentablemente muchas veces tienen razón pero esto también es resultado por la falta de valoración social del trabajo científico.

SABER PARA SOBREVIVIR

UN ESTUDIO CUANTITATIVO realizado por universitarios en 2019 en tres diarios de Tabasco mostró que hay poca presencia de temas científicos en los medios impresos locales. Siendo cuestiones de medio ambiente los que más se abordan, seguidos de los de medicina. Y esto no es casual. Históricamente son los médicos quienes más se interesaron por patrocinar e impulsar publicaciones de divulgación de la ciencia.

En México, por ejemplo, el doctor José Ignacio Bartolache, elaboró el que se considera el primer periódico de ciencias en nuestra América: Mercurio Volante, en 1772. Con un nombre similar al publicado por Carlos de Sigüenza y Góngora, en 1693.

Me gustaría referir el papel de los medios en la divulgación científica, con algo poco científico: el fragmento de un poema que, sin embargo, contiene varias ideas que quiero resaltar. Aquí va: "El infinito ciclo de las ideas y los actos,/ infinita invención, experimento incesante,/ trae conocimiento del cambio, pero no de la quietud,/ ¿Dónde está la vida que hemos perdido en vivir?/ ¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido en conocimiento?/ ¿Dónde está el conocimiento que hemos perdido en información?"

Es el norteamericano T.S. Eliot. El fragmento pertenece al poema Coros de la roca, de 1934. Creo que existe un ciclo infinito de ideas y actos que moldean la vida. Nuestras vidas.

Como ustedes saben y empiezo por lo más obvio: la vida es primero, la ciencia llega después.  Primero somos, nacemos, luego conocemos.

Si la divulgación de la ciencia tiene sentido periodístico en los medios tradicionales (y diferentes plataformas virtuales), esto se logra al apelar a la vida y sus diversas manifestaciones, más allá de pensamientos fríos y mecánicos, que olvidan las maravillas de la vida.

Vean a su alrededor, estas maravillas existenciales hacen posible la ciencia, la investigación y su difusión, su divulgación. Vemos y nos preguntamos.

Por más noble y exacto que resulte el pensamiento científico, la vida es más que la ciencia. Pero también yo diría que no hay vida sin ciencia, sobre todo ahora que hay más complejidad en el entorno. No podemos vivir (una vida digna) sin saber.  

El alemán Johan Goethe escribió: "verde es el árbol de la vida; gris es el árbol de la teoría".

La ciencia no inventa: experimenta y descubre.

LA UTILIDAD DE LA CIENCIA

La literatura  sí resulta invención vital, con elementos de belleza y extrañeza; la ciencia, con experimentos incesantes, debe probarse en el terreno de los hechos: sustancias, pesos, medidas, espacio y tiempo a partir de criterios operativos de utilidad.

En este sentido, la divulgación científica en los medios tiene que considerar el parámetro de utilidad. ¿Qué es útil para la vida, y qué es ciencia y técnica de relumbrón, sin vitalidad? La descripción de experimentos exóticos y adelantos tecnológicos sin aplicación concreta, no me parece buen modelo de divulgación científica. Aquí es donde ocurre, muchas veces, la confusión y la oposición entre el científico y los periodistas: nos acusan, y con razón de preferir lo espectacular, lo apantallante, a lo exacto. Mucho más todavía en tiempos de noticias virtuales, donde abunda lo falso y la inmediatez se impone.

Pero la ciencia elige hablar de la vida de forma ordenada y sistemática. Ese discurso lógico de comprobación minuciosa y empírica es clave para la ciencia. Eso se vive todos los días en las aulas y laboratorios.

Si me permite, volveré sobre este tema que no es menor, porque ahora las sociedades y las personas deben ganarse un lugar en el mundo mediante el conocimiento.  Nuestra tarea, la de los periodistas, es contribuir a hacer accesible el saber

(vmsamano@hotmail.com)