Desde que Sigmund Freud intentó descifrar el comportamiento psicológico de los políticos mediante el estudio psicoanalítico del presidente norteamericano Thomas W. Wilson (que de acuerdo a la crítica de la época fue un rotundo fracaso), la psicología política ha intentado analizar todo lo relacionado con la subjetividad y la toma de decisiones de los hombres en el poder.
Analizar los fenómenos de naturaleza política a partir de sus aspectos psicológicos, se ha “puesto de moda” en este inicio de la tercera década del siglo, desde luego a partir de la inclusión del concepto de “violencia política de género”, que ha comenzado a aplicarse desde el 2018 a quienes osan cruzar la raya de los adjetivos asexuados.
La aportación de Freud sin embargo a la ciencia política – más allá de las pulsiones sexuales- establece como base general el conflicto entre biología y lenguaje, o sea, la naturaleza humana en toda su extensión.
Durante la pasada legislatura se dio inicio cuando menos en Tabasco, a las primeras sanciones por violencia política de género, recayendo los casos – sancionados- de Evaristo Hernández Cruz y para no variar la ex alcaldesa de Cunduacán Nidia Naranjo, ambos de Morena.
En este 2021, la lista ha comenzado a engrosarse con las primeras llamadas a columnistas y periodistas.
En el terreno de la “desavenencia” legislativa, dos casos amenazan con generar ruido de cara desde luego a las elecciones del 2024: Emilio Contreras Martínez de Escobar vs Lorena Beaurregard y; Luis Salinas Falcón vs Soraya Pérez Munguía.
Del que “pito toca”, a la “mentirosa” del año, sin embargo, debe establecerse diferencias.
En el primero de los casos, la pulsión de Freud podría dar paso a una discusión menos académica y en la segunda, nada que no pueda arreglarse con una disculpa pública.
En ambos casos – tomando como base los castigos a Evaristo y Nidia- Morena, tendría como reto generar una mayor capacitación a sus cuadros no sólo sobre violencia política de género, sino sobre inviolabilidad parlamentaria.
La Constitución Política establece que los diputados y senadores son inviolables por las opiniones que manifiesten en el desempeño de sus cargos y jamás podrán ser reconvenidos por ellas; y la inviolabilidad parlamentaria, refiere la prerrogativa personal de legisladores – sin distinción de sexo- para expresarse en su actividad parlamentaria con plena libertad a fin de que en sus intervenciones, escritos y votos, como legisladores, no estén sujetos a censura.
Sexo, Política y Violencia, parecieran tema de series en Netflix, pero como que muchos requieren aún capacitación sobre el tema o en caso contrario, la lista de Freud seguirá creciendo.
KYBALIÓN.- Luego que se vencieron los términos para presentar inconformidades en el proceso de elección de la Canaco-Servitur y estos se quedaran en el terreno mediático, pero no legal; la ruta del 2022 para este organismo que encabeza Manuel Antonio Miranda Hernández, quedó definida el día de ayer.
Finalmente los integrantes de la “planilla verde” deberán rendir protesta el próximo 8 de enero.
Llama la atención la madurez política de Miranda Hernández, quien pese a la campaña de desprestigio y difamación en redes sociales que se difundieron en su contra desde hace más de dos semanas, deja la agresión como una “anécdota” del proceso electoral interno y anuncia que no presentará demandas.
A lo que sigue.