A partir de la caída de la Unión Soviética en 1991 – 1992, los Estados Unidos se quedaron como la única potencia económica y militar, iniciando así una época Unipolar en donde la voluntad de Washington era todo lo que importaba y el resto del Mundo mansamente cumplía sus deseos. Sin embargo, esta etapa no duró mucho y, en dos décadas, comenzaron a aparecer otras potencias, primero Rusia, luego China, y más atrás la India. Actualmente, la combinación de estos tres países supera por mucho al poder de los Estados Unidos, pero con una condición: para tratar con este último, no tienen más remedio que juntarse, primero en el eje Rusia – China, y ahora acompañado por la India.
Este Mundo Multipolar diversifica las decisiones mundiales. Es notorio que Europa juega el papel de un segundón de los Estados Unidos, mientras que los tres países señalados buscan ampliar su importancia con nuevos socios del Sur como son los casos de Brasil, Sudáfrica, Arabia Saudita, Vietnam y otros, y en el proceso han esclarecido las líneas de batalla con los Estados Unidos casi como una guerra Bipolar.
Donald Trump ha hecho maravillas para unir a todos los países excluidos de las decisiones mundiales en BRICS, como una reencarnación del Movimiento No Alineado de la década de los 60 y 70 del siglo pasado, pero ahora, con China y Rusia adentro, y un poder económico equivalente al de los Estados Unidos y sus socios europeos. Su técnica de imponer tarifas y sanciones al país que no cumple con sus instrucciones, e inclusive con algunos que cumplen, ha acelerado la unidad de BRICS.
En este tema, existe una jerarquía de países: primero, Irán, para quienes los bancos estadunidenses rehúsan regresar sus depósitos bancarios bajo un argumento u otro; luego Rusia que está casi en la misma situación, pero con mucho mayor poder y por ello con algunas consideraciones no extendidas a Irán. A estos dos países, el trato es de sanciones de toda clase para disolver sus economías, ponerlos de rodillas, y hacerles cumplir con las exigencias estadunidenses. En un tercer nivel estaba China, el retador a la dominación estadunidense, y que debería de ser "contenido", o sea siempre por debajo de los Estados Unidos. Finalmente, ahora tenemos la India, hasta hace un mes un gran aliado de los Estados Unidos, pero ahora desdeñado por Trump como una novia desechada y despechada.
Tanto Rusia como China, y ahora la India, han concluido que la única forma de tratar con Trump es no aceptando sus imposiciones y arbitrariedades, pero con una variante: su respuesta es mucho más contundente si se toma juntos entre los tres, y todavía mejor si logran el apoyo de BRICS que los ve como sus lideres. Por ello, China y Rusia ya trabajaban juntos, pero ahora incluyen a la India que, desde hace décadas, lleva una buena y estrecha relación con Rusia, pero otra de un bajo nivel de conflicto con China. Tanto la India como China entienden que no van a poder hacer frente a Trump con éxito sin unir sus recursos y esfuerzos. La base de su respuesta es desprenderse de los Estados Unidos lo mas que se pueda.
El símbolo de la pérdida de soberanía está en el uso de la moneda de otro país. En un Mundo Unipolar, es casi natural utilizar la moneda del país dominante. Pero, en un Mundo más parejo, existen también varias monedas (de Europa, Japón, Canadá, Australia, Corea, y China), todas compitiendo con la moneda dominante en aquellas regiones muy ligadas con sus economías, y gradualmente desplazándose al dólar de sus funciones económicas: como valor estable, en el comercio, para las inversiones, y para las reservas bajo la tutela de las instituciones mundiales dirigidas por los Estados Unidos (el Fondo Monetario y el Banco Mundial principalmente).
En la economía, la falta de competitividad pasa de un sector al siguiente. Y si no se usa el dólar para el comercio o para las inversiones, ¿para qué guardar enormes reservas de dólares que no se usan, y hasta no se pueden usar? Mucho mejor usar tu propia moneda cuando se puede. Y es así que llegamos a la transición del dólar como moneda preponderante a solo el más importante. El regreso de los dólares excedentes a los estados Unidos implica cambios económicos significativos: una pérdida del valor del dólar, y más inflación y mayores tasas de interés para los estadunidenses. Desde luego, en el trato con los Estados Unidos, se requieren de dólares, pero esta parte de la Economía Mundial está en un serio retroceso, ya que la estadunidense es cada vez más reducida, sea el comercio, las inversiones, las ganancias, o cualquiera otra variable económica.
Trump trata de detener esta caída con sus tarifas y sanciones, y tal vez en un Mundo Unipolar tendría éxito. Pero, Trump se enfrenta a un Mundo Multipolar con las armas del Mundo Unipolar que existía, pero no ahora o en el futuro. El resultado es que Trump tiene éxito con aquellos países ya sometidos a la hegemonía estadunidense, pero incentiva al resto a formar un nuevo bloque con sus propios intereses económicos que de nuevo socavan al predominio estadunidense en un ciclo fuera de su control. (El autor es colaborador de Presente, Doctor en Economía, especialista en planeación y finanzas)