Las economías emergentes en el mundo (V)

China y la India: Lecciones para México

QUINTA PARTE

México pertenece firmemente a la economía del Norte de América. Disfruta los avances de la economía norteamericana y comparte sus tropiezos. Pero, ahora, hay cuando menos un nuevo polo económico (China) y otro potencial (la India) que debe tomarse en cuenta. Ya han llegado a México y andan desplazando a los capitales norteamericanos que consideraban a la economía mexicana como suya. Los Estados Unidos no pueden tolerar esta situación tan cerca a su frontera. Por ello, México tiene que moverse con cuidado, pero también bajo el entendimiento que los asiáticos ya ganaron la batalla económica, y lo que estamos viendo es la lenta caída del Mundo Unipolar Estadunidense, y -en consecuencia- su prepotencia también. Países como Brasil y la India han puesto un firme "hasta aquí" a las andanzas imperiales estadunidenses, impuestas a un grupo reducido de países vasallos (Corea del Sur y Japón en Asia; la Unión Europea; y algunos países latinoamericanos, principalmente Argentina y El Salvador).

México no cuenta con la libertad política (y económica) de (digamos) Brasil, y por ejemplo así no podría participar en BRICS, una agrupación que ayudaría a atenuar sus necesidades en el caso de que los Estados Unidos le da el trato que dio a la India. Pero, con el 80% de las exportaciones mexicanas yendo a los Estados Unidos, México no tiene una alternativa comparable en el resto del Mundo. De esta manera, México está posicionado en una encrucijada: su mayor cliente también pudiera ser su mayor atormentador, especialmente si se atreve a intentar modificar las relaciones de dependencia y de poco provecho del comercio exterior para su gente. Pero, adicionalmente, los oponentes de su mayor cliente le andan quitando mercados, inversiones y relaciones comerciales, en esencia minimizándolo, y creando en los Estados Unidos una situación nacional de alta tensión sociopolítica que gobierna sus actitudes económicas cada vez más aberrantes y erráticas hacia sus "aliados" y sus oponentes en forma pareja.

Una solución estriba dentro en la Educación. De hecho, tanto China como la India han utilizado sus bases educativas para servir a sus economías y enfrentar el reto de ser más eficiente que las economías occidentales en una variedad de productos y servicios. México cuenta con centros académicos de excelencia, pero desgraciadamente son pocos y centrados esencialmente en la Ciudad de México. Tienen que ser bien distribuidas en todos los rincones del país para ofrecer soluciones a sus variables problemáticas. Las universidades estatales parecen entregadas al gusto del gobernador en turno quien muchas veces pone al rector, o lo hace así el grupo dominante, y así convierte la universidad de académica en política, efectivamente nulificando su impacto crítico sobre el desarrollo estatal, y de ahí el nacional.

Hay muchos otros vicios educativos. ¿No se puede trabajar para eliminarlos? Además, tanto China como la India alentaron e incentivaron el estudio de las ciencias cuantitativas como las Matemáticas, la Física, la Química y la Biología. Pusieron sus centros educativos en cercano contacto con las nuevas industrias, diría yo pegados a esas industrias. Ambos crean un millón o más de ingenieros cada año. Hay 3 mil 500 colegios de ingeniería en la India. México no tiene, ni piensa en hacer, un esfuerzo similar. Si no lo quiera hacer, va a quedarse como espectador del ascenso asiático, cuando pudiera ser partícipe. Es una cuestión de Esfuerzo y de Calidad Humana, de enfatizar estos Valores por encima de otras cosas; es decir, un asunto en el interior de cada ciudadano, el verdadero patriotismo. Última parte: conclusiones. (*El autor es Doctor en Economía, especialista en planeación y finanzas, colaborador de PRESENTE.)