Las PYMES en México

Motor económico con frenos estructurales

El pasado sábado 12 de julio de 2025, leí en primera plana de Diario Presente que sólo una de cada diez micro, pequeña y mediana empresa alcanza los diez años de presencia en el mercado respectivo, nota que me hizo recordar que durante el más reciente medio siglo el papel de las PYMES en México ha sido fundamental en la dinámica del desarrollo económico nacional, regional y local. Y una muestra de lo anterior radica en que durante todos estos años nueve de cada diez empresas mexicanas están circunscritas en alguno de estos rubros, incidiendo necesariamente en su participación en la generación de empleos directos con más del cincuenta por ciento nacional, y mayor al setenta por ciento en cuanto al Producto Interno Bruto (PIB).

          Esta relevante participación en la economía nacional es anterior a la implementación del Tratado de Libre Comercio en América del Norte (TLCAN), continuando en la consolidación de dicha cooperación comercial con Estados Unidos y Canadá. Y hoy en día, además de su inmersión en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), con la política comercial que ha iniciado el actual gobierno de Estados Unidos, enmarcado no en la globalización que caracterizó al acuerdo anterior, sino en el retorno a una política proteccionista dentro de la economía de ese país, el papel que vayan a desempeñar las PYMES continuará siendo de suma importancia.

          Pero para que ello sea así, resulta necesario que las PYMES superen de manera positiva los retos, viejos y nuevos, a los que se enfrenta hoy en día y los que se vayan sumando en el futuro inmediato y mediato. De manera esquemática pero muy específica, estos retos se pueden agrupar en diferentes rubros, entre los que sobresalen los siguientes.

          Retos de creación y de consolidación. - Una de las principales causas para que el éxito de las PYMES no se haga patente, se funda en que la creación de las empresas se realiza careciendo del estudio de mercado y del plan de negocios respectivos. Y es que infinidad de estas empresas se conforman no tanto por un espíritu empresarial, sino más bien por la necesidad de adquirir ingresos a fin de solventar una necesidad de manutención personal y familiar del emprendedor creador de la PYME en cuestión. Además, una vez puestas en marcha estas empresas muchas veces familiares, su funcionamiento cotidiano se realiza con estructuras débiles en materias administrativa, operativa, técnica y contable. Esta situación trae como consecuencia que un gran número de PYMES desaparezca antes del cumplir un año de funcionamiento, y que sólo una de cada diez alcance una década de presencia en el mercado respectivo.

           Retos de empresa y de empresarios. - Los retos que toda empresa enfrenta van desde una estructura financiera débil, hasta la insuficiente preparación técnica, administrativa, directiva y financiera de los propietarios, directivos y empleados. Todo ello, sin duda, redunda en la productividad que en estas empresas regularmente resulta baja; así como en la disparidad entre el costo, el precio y la ganancia, misma que trae como consecuencia una crisis crónica de liquidez, lo que a su vez imposibilita realizar futuras reinversiones de capital para acrecentar, ampliar y fortalecer el negocio. Lo que sumado a la dificultad que representa acceder a financiamientos públicos o privados, dejan en una situación de indefensión a las PYMES.

          Retos particulares y generales. - Cada empresa es un mundo, bien se podría decir de manera teórica para entender, enfrentar y solventar cada reto que se presenta en la vida económica nacional. Y es que, aunque toda PYME pertenece a un sector específico de la economía su situación particular las hace únicas, por lo que las acciones que se implementen para enfrentar los retos deben ser moldeadas a cada realidad específica, a fin de que sean oportunas, eficientes y eficaces.

          Además de los retos particulares que toda PYME enfrenta en su funcionamiento, también se le presentan los retos generales que deben solventar las PYMES, entre los que se encuentran los siguientes: conocimiento del mercado; planes de negocios; gestión financiera; transformación y actualización tecnológica y digital (automatización e inteligencia artificial); competitividad nacional e internacional; situación económica nacional e internacional; legislación empresarial; política regulatoria, tributaria y fiscal; política salarial; política laboral; capacitación empresarial, comercial y laboral; planeación estratégica; burocracia gubernamental; infraestructura; política jurídica; política contable y bancaria; mercadotecnia y publicidad; atención al cliente; calidad del producto; insumos de calidad y oportunidad; y adecuación al mercado comercial nacional e internacional (cobro de aranceles por parte del gobierno de Estados Unidos a las exportaciones mexicanas).

          Sin lugar a dudas, los anteriores retos, aunados a otros que con certeza conocen e identifican los emprendedores, empresarios, directivos, trabajadores, estudiosos del tema, funcionarios públicos y el consumidor en general, representan el conjunto de retos a los que las PYMES mexicanas se enfrentan de manera cotidiana, y a los que para solventarlos se hace necesario implementar y consolidar un trabajo conjunto entre los integrantes de las PYMES, los representantes empresariales (cámaras) y los funcionarios públicos de los diferentes sectores gubernamentales que inciden en los ámbitos de acción de cada PYME. Sólo así.