Y de ahí?

La escritura, decisiva en el desarrollo de la humanidad


Hasta hace poco se tenía la idea de que la civilización Inca fue la única de las grandes civilizaciones antiguas que no desarrolló escritura. Sin embargo, investigaciones recientes apuntan a que sí la tuvieron y sobrevivirían poquísimos textos codificados en antiquísimos quipús. Así descubrí como asombro y emoción en el documental Secretos de los Incas, investigación en los Andes, del medio comunicación público de Alemania DW (disponible gratuitamente en YouTube).

La antropóloga Sabine Hyland explica su hipótesis: que los quipús, especie de libros hechos de nudos que elaboraron los incas, no eran simplemente un sistema de representación numérica, como se pensaba, sino que algunos pocos muy especiales han sobrevivido, celosamente resguardados de generación en generación en el secreto de comunidades en las entrañas de lo que fue el imperio inca.

Es lógico. En realidad lo difícil sería explicar cómo un imperio tan grande, que tendría una población estimada entre 10 y 12 millones de habitantes al momento en que llegaron los españoles, habría logrado alcanzar tal nivel de complejidad y cohesión sin haber desarrollado escritura que le permitiera sostener comunicaciones a grandes distancias sobre el territorio. Esta capacidad está en la médula de la dominación política así como la capacidad de articulación social de todo imperio.

Comunicarse a través de un medio que resguarde los significados del lenguaje hablado para enviarlo mucho más allá de donde puede llegar naturalmente la voz es un acto fundacional de la humanidad tal como la concebimos, abre la posibilidad de extender el presente hacia la posteridad. Mediante la escritura los seres humanos abrimos brechas en el tiempo y en el espacio.

Quizá ahora esas nociones de distancias y esperas amplísimas en la comunicación se nos escapen porque vivimos en la era de la inmediatez, pero ahí donde se crearon los primeros métodos de escritura los mensajes tomaban días, semanas, meses. Esa amplitud temporal y espacial a donde llegaba la palabra y por lo tanto el poder de los imperios equivaldría a sus límites.

En las civilizaciones cuya escritura conocemos, la palabra escrita permitió a la autoridad enviar órdenes, primero e imponer leyes, después. La escritura nos permitió desarrollar ideas de justicia, bondad, belleza y otros que nos han guiado (muchas veces también impuesto). Entonces, como ahora, la autoridad tanto como la lengua que hablamos emanan del pueblo. Es un proceso democrático, popular e inclusivo el que da origen tanto al idioma como al acuerdo entre las personas que comparten esa cultura, acuerdo social de compartir ciertos valores es lo que hace que las personas respeten a sus líderes y se convenzan de que respetar determinada ley o seguir cierta costumbre es lo correcto.

Al perpetuar ideas, conocimientos y prácticas que configuran la convivencia en sociedad, la escritura ha sido decisiva en el desarrollo de la humanidad desde la era prehistórica hasta nuestros días. Fruto del cruce entre la palabra que se pronuncia y el pensamiento que se elabora, la escritura cimentar las bases de nuestras civilizaciones modelando nuestro intelecto, ampliando casi infinitamente nuestras capacidades de conocer, de compartir sentimientos e ideas.

Compartir los hechos es fundamental en todas épocas: desde la necesidad de controlar la producción de alimentos hasta saber si ocurrió una catastrófe, transmitir los acontecimientos del momento es de los primeros usos sociales de la escritura, que evolucionó hasta consolidar los medios de comunicación como los conocemos. Ahora que los medios se están transformando con el advenimiento de nuevas tecnologías, es pertinente ponderar la importancia de que un medio impreso como Diario Presente haya cumplido su 65 aniversario en Tabasco.

Estos 65 años Diario Presente se ha transformado como lo ha requerido la realidad, ha influido en su construcción social gracias al compromiso de todos sus colaboradores para reportear, contar, pensar, criticar, editar, imprimir, en fin, para servir a los tabasqueños como un referente de los temas y realidades que los ciudadanos debemos conocer. Más allá del poder político e incluso de los acontecimientos, este diario se ha mantenido vigente porque ha sabido ser y hacer del periodismo que también es cultura, recreación, del que atiende a la necesidad social de mantener un diálogo público. Muchas felicidades a Diario Presente y que haya Presente por mucho tiempo más.