Para el año 2025, se estima que la recaudación proveniente de los impuestos sobre gasolina y diésel superará los 430 mil millones de pesos. La fórmula vigente tiene como objetivo beneficiar al consumidor, permitiendo trasladar las fluctuaciones de los mercados internacional y nacional para obtener un precio ajustado; sin embargo, actualmente no está cumpliendo con dicho propósito.
En el dado caso de querer dejar un mercado abierto controlado el día de hoy, mutar a un mercado real abierto, debería buscar dejar fijo el IEPS, y dejar que el mercado varie los costos entre costo directo, la comercialización, distribución y estaciones de servicio. Dejar que el IEPS, aumente su valor conforme a la inflación observada cada ano, siempre y cuando no afecte al consumidor final.
Las estaciones de servicio no son responsables del precio actual en muchas de ellas, ya que únicamente representan aproximadamente el 8% del valor final. El resto obedece a factores externos: un 44% corresponde a decisiones gubernamentales y un 48% está determinado por el mercado. Por lo tanto, establecer un precio fijo sobre un componente cuyo 56% depende del mercado, mientras que el resto se compone de impuestos determinados por la Cámara de Diputados, dificulta la creación de condiciones equitativas y afecta directamente la competitividad de la empresa estatal.
De mantenerse esta situación, para el año 2026 Pemex continuaría asumiendo la mayor carga, mientras que el consumidor no percibiría la variabilidad en el costo de la gasolina. Es importante recordar que más del 60% de la gasolina es importada, adquirida a precios variables tanto por Pemex como por privados con permisos de importación vigentes. La única posible beneficiaria sería la nación, dado que el IEPS podría ajustarse conforme a la inflación observada hasta 2025, incrementando probablemente de 6.4555 a 6.70 pesos.
Por consiguiente, considerando el mercado proyectado para 2026 y las estimaciones de la SHCP, la fórmula presupuestaria para el próximo año podría modificarse de la siguiente manera:
Precio de la gasolina = (IEPS + 16% de IVA) fijo + (Costo del mercado) variable.
En México, el consumo diario de gasolina supera los 120 millones de litros, lo que representa un mercado con un valor promedio superior a 1.2 billones de pesos en forma anualizada. De esta cantidad, aproximadamente 528 mil millones corresponden al pago de impuestos, mientras que 672 mil millones se destinan a cubrir los costos asociados a la adquisición de petróleo, refinación, importación, almacenamiento, transporte, comercialización y venta en estaciones de servicio. Cabe destacar que estos últimos elementos de la cadena presentan el mayor nivel de riesgo en la formación del precio unitario, en contraste con la participación de la nación, que implica un riesgo significativamente menor.
El impuesto puede ser beneficioso, ya que en ciertos casos desincentiva el consumo. Sin embargo, es fundamental que estos recursos se empleen adecuadamente en infraestructura carretera y ambiental, así como en la transición hacia el abandono de los combustibles fósiles. México debe evaluar si realmente está llevando a cabo estas acciones, especialmente en comparación con nuestro socio comercial, que está impulsando su transición mediante la exportación de estos combustibles a otros países con el objetivo de dejar de utilizarlos al final del siglo y adoptar fuentes energéticas infinitas (fusión nuclear), principalmente para la generación de electricidad e implementación de vehículos eléctricos.
Realmente, México muestra interés en establecer un mercado de combustibles abierto y competitivo. (– Grupo Caraiva – Grupo Pech Arquitectos)