MEXICO NO HA SALIDO DE LA POBREZA (II)

MEXICO NO HA SALIDO DE LA POBREZA (II)

SEGUNDA Y ÚLTIMA

La reducción de la pobreza en México, que benefició a 13.4 millones de personas entre 2018 y 2024, se debe principalmente al aumento del salario mínimo y al efecto de los programas sociales y de bienestar. Sin embargo, existe la posibilidad de que este grupo no logre mantener su situación sin la intervención de dichos programas a largo plazo, especialmente si el país no puede continuar financiando plenamente estas iniciativas.

El crecimiento en la calidad de vida de la población de un país no se sustenta únicamente en la asignación de fondos no recuperables, sino que está fundamentado en el aumento del producto interno bruto, el cual impulsa inversiones, genera recaudación tributaria y promueve una constante circulación de flujo de efectivo.

Por tanto, resulta pertinente cuestionar si el incremento del salario mínimo representa efectivamente una mejora en el desarrollo económico, o si es necesario focalizarse en el crecimiento real para lograr un mayor progreso nacional a nivel global.

En respuesta a lo anteriormente expuesto, México no ha logrado superar la pobreza laboral; por el contrario, esta situación continúa dificultando cada vez más la viabilidad de las generaciones futuras para impulsar el crecimiento económico en el mediano y largo plazo.

De acuerdo con los datos proporcionados por la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), relativa a la población de 15 años y más de edad y publicada por el INEGI, se observa lo siguiente para el periodo comprendido entre 2018 y octubre de 2025:

1. Se registró una población de 53 millones de personas con acceso a una remuneración económica dentro de la Población Económicamente Activa (PEA), cifra que posteriormente ascendió a aproximadamente 61 millones.

2. La cantidad de personas que recibían únicamente un salario mínimo aumentó de aproximadamente 8.6 millones a 23.78 millones, lo que representa un incremento de 15.19 millones de trabajadores remunerados con salario mínimo, es decir, un crecimiento del 64%. En términos individuales, sobrevivir con este ingreso resulta desafiante; por tal motivo, se observa un incremento en el número de integrantes de los hogares que participan en el mercado laboral para maximizar el ingreso familiar. Es probable que la mayoría de las personas que superaron la pobreza perciban actualmente un salario mínimo por día.

3. En el periodo analizado, el número de personas con ingresos de hasta dos salarios mínimos ascendió de 15,20 millones a 19,20 millones, lo que representa un incremento del 21%. Sin embargo, el porcentaje de quienes experimentaron un aumento significativo en su percepción salarial fue reducido en este rubro.

4. El principal desafío de la economía salarial dentro de la PEA consiste en la existencia de numerosos empleos con remuneraciones insuficientes. Al inicio del periodo analizado, 9.82 millones de personas percibían hasta tres salarios mínimos; actualmente, esta cifra se redujo a 5.90 millones. En el caso de quienes recibían hasta cinco salarios mínimos, la situación se agravó al disminuir de 6.61 millones a 1.41 millones, lo que representa que 5.20 millones de individuos dejaron de obtener una remuneración considerada adecuada.

Conclusión: Entre 2018 y 2024, 13.4 millones de personas salieron de la pobreza según los criterios de acceso a programas sociales y el aumento del salario mínimo. Sin embargo, muchas de estas personas obtuvieron empleos con salarios bajos, ya que 15 millones fueron contratadas bajo estas condiciones. Asimismo, 11.13 millones de personas que percibían entre dos y cinco salarios mínimos pasaron a considerarse pobres en términos salariales, al recibir remuneraciones inferiores.

La afirmación relativa a que 13 millones de mexicanos han superado la pobreza cuenta con respaldo en los datos oficiales; sin embargo, es crucial comprender que este avance representa una mejora relativa, no necesariamente absoluta. A pesar de ello, un segmento significativo de la población permanece vulnerable y continúa enfrentando obstáculos para lograr una vida digna. Por esta razón, resulta imprescindible analizar estos indicadores cuidadosamente y considerar el contexto integral sobre el concepto de pobreza, incluyendo el impacto de los programas sociales y los incrementos al salario mínimo, así como reflexionar sobre los ingresos diarios adecuados según las capacidades, formación académica y habilidades de cada persona.

Un profesional debe de ganar lo mismo que alguien, que no tiene un esfuerzo real personal, y solo aspira al tener un dinero otorgado proveniente de un presupuesto aprobado, y el cual depende del dinero disponible circulante, y al no ver empleos bien pagados, solo hay una economía estable y como consecuencia un PIB per-capital sin crecimiento, como el que tiene hoy día en México.

Reducir horas, aumentar salario mínimo o simplemente dar apoyos por parte del gobierno, solo ayuda en el presente, pero en el futuro, las nuevas generaciones están destinadas a seguir siendo pobres respecto a su salario.

(– Grupo Caraiva – Grupo Pech Arquitectos)