Freddy Jiménez García utiliza la voz, el cuerpo y la palabra para contar historias desde hace 12 años. Gracias a ello se convirtió en un narrador oral artístico, complementado con los diversos cursos y diplomados que tiene.
“No es lo mismo ser anecdotario, narrador tradicional, alguien que repite las historias que escuchó desde niño, o un cuentacuentos, lo nuestro va más allá, lleva una pasión, un gusto, amor a lo que haces, y por esa razón causa emoción… una conexión social”.
Indicó que son más las personas que "cuentan un cuentito" por hobby o por terapia, que piensan que la narración oral consiste en aprenderse de memoria un relato y decirlo sin omitir ningún signo de puntuación, y aseguran que contar es algo muy fácil, cuando al verdadero narrador se le exigen horas de lecturas, y estar en constante preparación.
“Si hay temas delicados como la perspectiva de género, feminismo, machismo, discriminación, bullying, tengo que prepararme, porque al momento de contar alguna historia no contribuya a ese tipo de cuestiones, lo que me lleva por lo menos dos meses para conectarme”.
Señala que su trabajo lo disfruta al máximo, y en un escenario el cuento se va puliendo de acuerdo a la mirada del público, de su reacción, y uno se ve reflejado en ello, es como un espejo de doble vista.
Destaca que sobre todo en los pequeños y jóvenes se crea un impacto profundo y consciente de su entorno y actualidad.
Entre sus anécdotas recuerda que después de una presentación en una librería en Mérida, una familia se le acercó, y el padre conmovido le dijo que con esa historia de inmediato lo había llevado a su tierra, a Colombia.
-¿Hoy puedes vivir de la narración? -Exigimos condiciones dignas para realizar nuestro trabajo y buscamos un pago justo. Existen personas que no están comprometidas, aceptan cualquier precio, y eso nos afecta de manera general.
Freddy García sigue capacitándose, y a la vez imparte cursos y talleres en Mérida Yucatán, y algunas ocasiones en Tabasco en la Red Estatal de Bibliotecas Públicas, así como en escuelas.
Una recomendación que da es oír a los abuelos, quienes en sus memorias tienen infinidades de historias, algunas quizás adaptadas, pero no dejan de emocionar, y además así puede nacer un vínculo emocional que genera identidad.
Respecto a la pandemia asegura que han surgido algunos cuentacuentos en las redes, pero no llegan a cumplir con los requisitos de un verdadero narrador oral artístico, y sólo lo hacen para salir de sus problemas económicos.
Por el momento Freddy sube videos en vivo en su página de Facebook y en otra llamada Confabulantes, donde demuestra de qué está hecho al momento de narrar historias.
“Cuentos a la carta”, lo ha titulado, y lee “Descalabrar”, un texto de Francisco Segovia, donde se emociona, alza y baja su voz, mueves sus brazos, y al final conecta con el público.
PARÉNTESIS
Hoy me quedo con unas palabras de un amigo a manera de recomendación, evitar tres figuras geométricas en la vida: los triángulos amorosos, los círculos viciosos, y las mentes cuadradas. Que la vida les sea más tranquila en esta pandemia.