Nuestro populismo. Oposición y gobierno

Nuestro populismo. Oposición y gobierno

México está a punto de elegir para que lo gobierne a un líder y a un movimiento político que se asumen como representantes morales exclusivos del pueblo.  

Este rasgo, esencial de todos los populismos, ha quedado muy claro en la campaña de López Obrador y en toda su trayectoria como político de oposición.  

También estos otros: el liderato caudillista, el rechazo a la legitimidad de las instituciones, de las élites, de la llamada sociedad civil y de las otras formaciones políticas, como parte del mismo sistema inmoral, corrupto o antipopular (opuesto al Pueblo) que hay que barrer.  

¿Qué podemos esperar de ese movimiento una vez en el gobierno? Una vez en el poder, dice Jan-Werner Müller, en un libro que nadie debería dejar de leer, los populistas hacen o tratan de hacer cuatro cosas: colonizar los poderes del Estado, controlar los medios de comunicación, desarrollar un “clientelismo de masas” y suprimir la sociedad civil. También les gusta hacer nuevas constituciones (¿Qué es el populismo? Grano de sal, 2017, p. 14 y 62-64).

¿Pero es esto lo que sucederá cuando llegue al gobierno López Obrador? Hay muchos indicios de que, efectivamente, una vez en el gobierno, veremos una versión mexicana de lo que hacen en el poder todos los gobiernos populistas.  

Tendrá una votación alta en el Congreso y, con ella, la posibilidad de controlar el Poder Legislativo.  

Se dice que estudia la creación de un tribunal constitucional, a la española, que quedará por encima de la Suprema Corte, para modelar desde ahí el Poder Judicial.  

Ha dicho ya que los medios de comunicación necesitan ser más plurales y que el gobierno debe tener sus propios medios. Reducirá, sin eliminarla, la partida de publicidad oficial, con el control que puede derivarse de manejar recursos escasos y discrecionales en esa materia.

Dos de sus programas claves son subsidios a clientelas masivas: adultos mayores y jóvenes que no estudian ni trabajan.  

Por último, ha manifestado varias veces su poco aprecio por lo que “lo que llaman” sociedad civil.  

¿Pero es esto lo que sucederá realmente? ¿El gobierno populista de López Obrador, será solo una versión mexicana de lo que estamos viendo con Maduro en Venezuela, Erdogan en Turquía, Orbán en Hungría Y Trump en Estados Unidos?