Primer cuestionamiento.
Para incrementar la producción es requerido el perforar pozos, y al mismo tiempo el mantener los actuales. Sí, solo hay el 45 % para ejercer en 2025. El dinero será el restante actual, será el suficiente para incrementar la producción, o mantener la misma hasta el tercer trimestre, o posiblemente, pueda bajar esta, a partir del cuarto trimestre, y la tendencia puede dar, como consecuencia, una declinación mayor a la actual.
Actualmente, al mes de marzo, la producción de petróleo crudo, es de 1 millón 615 mil barriles diarios, 205 mil barriles por debajo del año pasado, y a lo que, respecta al gas natural, son producidos 3,502 millones de pies cúbicos diarios, 334 mil menos respecto al 2024.
Segundo cuestionamiento.
Con datos de la SHCP, y de acuerdo con los pre-criterios para el 2026, indican, que el presupuesto programado en el rubro de desarrollo económico, solo crecerá en un 2%(160 mil millones de pesos). Donde están PEMEX y CFE, y a los cuales están asignados 1 billón de pesos en 2025. No, vislumbra en el corto plazo, a él, cómo la empresa petrolera del estado, puede llegar a 1.8 MBD, sin tener un aumento de dinero presupuestal significativo. Ante una posible caída de la producción, por la posible disminución de operaciones en ciertos campos en los próximos meses.
Estos dos posibles escenarios podrían agravar la deuda a proveedores, debido a que Pemex tiene vencimiento de la deuda en 2025 de 6.4 mil millones de dólares, y en 2026 de 18.70 mil millones. Y ante esto, la SHCP, deberá ayudar a la empresa a cubrir la misma, siendo la prioridad, debido a que afecta a la calificación crediticia de la nación.
A esto sumemos, la caída de ingresos por la venta de combustibles como la gasolina y diésel, derivado, principalmente, a la estrategia de bajar los precios de la gasolina al consumidor final, por debajo de los 24 pesos. A donde la empresa está perdiendo entre 1 y 1.50 pesos, en las terminales de almacenamiento. La venta de ambos productos por parte de PEMEX, representa el 40 % del total de los dineros que ingresan a la empresa.
La empresa, al tener menos ingresos, y tener que incrementar la producción, deberá generar más costos, y esto podría aumentar la deuda. Al tener menos utilidad de operación, que pueda ser usada para ayudar a cubrir los costos financieros, y que podrían a ser mayores, al bajar la actividad extractiva de los hidrocarburos.
Ante este escenario, la única solución viable, en el corto plazo, será los contratos mixtos aplicados a asignaciones actuales de PEMEX, o nuevas que pudiera la SENER, dar bajo adjudicaciones. Sosteniendo su viabilidad, ante la falta de dinero, y la urgencia de producir más hidrocarburos. Bajo el argumento legal del posible riesgo a la soberanía, seguridad, y sostenibilidad del país. Pero de todo esto, dependerá que tan rápido el contrato mixto, pueda ser conceptualizado su puesta en operación. Debido a que los costos que emanen de contrato de este tipo, solo pueden ser recuperados por las partes, a través de los ingresos que genere el contrato. Depende del que, tan rápido, puedan producir hidrocarburos, un área asignada entre ambas partes. Cuyo fin sería, el poder pagar a proveedores, incrementar la inversión, para poder realizar una mayor cantidad de obras, pozos, infraestructura, y todo lo que ayude, a generar una mayor derrama económica donde esté operando el contrato, y tener producciones incrementales.
PEMEX, está dentro del problema, y la solución esta, ahora depende de su correcta aplicación, en tiempo y forma, permitiendo que empresas que sí tengan la experiencia, dentro de la industria, lo hagan, y no sean empresas de portafolio, y que solo estorban en la industria.
(Grupo Caraiva – Grupo Pech Arquitectos)