Pintar sobre hojas secas, una relación con la vida, naturaleza, emociones y muerte

Pintar sobre hojas secas, una relación con la vida, naturaleza, emociones y muerte

Alguna vez hemos recogido una hoja, se ha guardado, y queda ahí con una frase, una firma, una fecha, algún dibujo, e incluso se olvida, hasta que meses o años después es descubierta y sorprende al verla. 

Ana Karen le da vida a la naturaleza muerta. Matiza con colores y luz las hojas secas que para muchos están dormidas, infértiles. Ella crea su propio mundo mágico donde se inspira, sueña, viaja e imagina.  

Su universo va más allá. Es como un otoño. En esas hojas (secas) renacen mariposas, colibríes, tulipanes, pájaros, mariquitas, elefantes, hadas y leones. Ahí recrea su sensibilidad sin agotarla, porque siempre está pintando, así sea de día o madrugada. 

Recuerda que su primera obra en hoja seca (hace cuatro años) fue la de su hijo, bajo el nombre de “Bebé hoja”. Desde ahí no ha parado de pintar y regalarnos esa relación con la vida, naturaleza, muerte y con nosotros mismos. 

Ella trabaja con acuarela, acrílico y óleo, y con delicadeza delinea figuras como unas mariposas que se posan en las flores, y que al verlas se aprecia ese arte lleno de colores y trazos. 

Enamorada de la naturaleza, Ana Karen, disfruta su talento, porque recrea sueños plasmados para siempre. 

“En la naturaleza muerta encuentro la vida, me fijo mucho en los colores y la textura de los árboles, y es ahí donde surge la idea de pintar en hojas secas, las cuales colecciono, las guardo en libros, carpetas, abajo del colchón, pero antes las dejo al sol por un día entero”. 

“Las hojas quedan lo más natural que se puede, no llevan ningún líquido, es sólo la pintura, en este caso acrílico, porque seca muy rápido”. 

En este corto tiempo lleva unos doscientos trabajos, los cuales se han ido perfeccionando, definiendo y dándole esos tonos adecuados llenos de fantasía. 

“Me gusta compartir la fauna y flora de Tabasco, y qué mejor hacerlo como detalles en algo que para algunos no tiene un significado, pero en sí hay un valor de gratitud, emoción y magia”. 

Una canción interpretada por Miguel Bosé, en uno de sus estribillos dice: Hoja secas que al pisar/Me van contando mi soledad/El silencio viene y va/Trae sonidos de ciudad. 

El arte de Ana Karen trae consigo sonidos de pájaros, de almas como postales, esperanza, ternura, recuerdos… que se van con uno. 

Parte de su colección está en el restaurante Raíces, donde se exhibe para el público en general, para quien guste sentir y disfrutar estas obras, y por qué no, adquirir una. 

Ana Karen aprendió a contemplar el paisaje, a darle un significado. Miró por una ventana y encontró lo que muchos ignoramos, esos elementos de la naturaleza que están ahí, listos, dispuestos a no ser más un objeto sino una emotiva poesía plasmada en una hoja seca, sin importar su tamaño. 

La artista tiene para el futuro presentar una colección de “hadas protectoras”, donde habrá arte plástico, y estarán hechas de corteza, flores muertas, hojas secas y de alambre para darles firmeza… 

PARÉNTESIS 

Ayer se celebró el Día Internacional de la Lengua Materna. La UNESCO considera que la educación basada en la primera lengua o la lengua materna debe empezar desde los primeros años de escolaridad, ya que la atención y la educación de la primera infancia son el fundamento del aprendizaje. (kundera_w@hotmail.com)