Poder Político

Divorcio

Conciliar el decreto de reforma electoral que en la eventualidad enviará la presidencia de la República a la Cámara de Diputados Federal no procederá «sin que se le mueva una coma»; un conflicto que se tendrá desde la deliberación en la respectiva comisión, al dividir en primer orden al régimen auto denominado de la «Cuarta Transformación», habida cuenta que Morena una vez más no contaría con la mayoría calificada porque afectará los intereses de sus aliados del Partido Verde Ecologista y los del Partido del Trabajo.

Los procesos electorales federal y locales intermedios de 2027 representan la escala técnica hacia 2030 que puede reconfigurarse ante una posible alternancia, ante el riesgo de perder en Cámara de Diputados federal, así como en las 16 gubernaturas, junto con presidencias municipales y congresos locales; si no hay coalición entre aliados.

A Morena no le quedará de otra que  «doblarse» ante las pretensiones de sus aliados para asegurar triunfos electorales; los resultados de las elecciones para alcaldías del 1 de junio en Veracruz y Durango evidencia que en un importante número de municipalidades ganadas en coalición nominativamente quedó por debajo del PRI, Movimiento Ciudadano y Acción Nacional. 

Morena per se sólo posee la mayoría simple, cuando se requiere la mayoría calificada de las dos terceras partes en el Congreso de la Unión para toda reformas al texto constitucional, como las emitidas por decreto sin traba alguna en la actual gestión presidencial.

La iniciativa de reforma en esencia será la misma que presentó el ex presidente Andrés Manuel López Obrador el 5 de febrero de 2024 y la de 2022, antecedida de origen por la presentada por el diputado Sergio Gutiérrez Luna en marzo de 2019, que dicho sea de paso pretendía la insensatez de incorporar el concepto «austeridad» al artículo 40 de la Constitución Política Federal, en el cual se denomina a México como una República de naturaleza popular, democrática, laica, así como federal.

La iniciativa  con proyecto de decreto en su esencia mantiene la desaparición de las 200 diputaciones por el principio de representación proporcional en el Congreso de la Unión, que se incorporaron en la reforma que data de 1977, con el ex presidente Luis Echeverría Álvarez; en un principio conocidas como «diputados de partido» para ampliar la participación política y fortalecer la presencia de los partidos.

En el fondo de la forma las conocidas como diputaciones plurinominales se incorporaron en la coyuntura del alzamiento de los colectivos ciudadanos y también político, con movimientos sociales y demandas de mayor participación ciudadana.

Esas posiciones legislativas representan a la minoría ciudadana que no vota por el la candidatura ganadora y su partido político. Tal vez La cámara pueda quedarse con 100 de las plurinominales, aunque en la prospectiva se aprecia complejo un arreglo particularmente entre los de la «Cuarta Transformación».

En su oportunidad las coordinaciones de las fracciones legislativas aliadas acusaron la arrogancia de Morena, al no ser considerados en las decisiones que les implican y afectaban a esta correlación de intereses; incluso anunciaron la posibilidad de dar el paso al costado para encausarse por su propio sendero escalado a las elecciones próximas del 2027,

Con la reforma electoral los del Verde Ecologista y del Trabajo igual serán afectados con la extinción de las diputaciones plurinominales en la cámara de Diputados del Congreso de la Unión, disminuirían sus posiciones, misma situación de Acción Nacional, el Revolucionario Institucional y Movimiento Ciudadano.

Aún más, la iniciativa plantea acortaría al 50 por ciento el presupuesto público que por precepto del artículo 41 constitucional hasta ahora se les asigna, sin margen a regateo alguno. Un recurso millonario que en el «confort acomodaticio» reciben todos los partidos políticos para sus actividades ordinarias y específicas, además del que se les destina para procesos electorales, implicados los tiempos en radio y televisión que les permite visibilizarse entre las colectividades sociales.

Ambos partidos «de ideología de izquierda» gran parte de su vida política se han regido por formar coaliciones electorales para asegurar su propia subsistencia; alejados del propósito de ser promotores de la cultura democrática y el acceso al poder de su militancia. En realidad operan como una franquicia económica y usan el chantaje como mecanismo para este mismo propósito.

eduhdez@yahoo.com