Poder Político

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La sostenibilidad ambiental destaca en la agenda prioritaria de las potencias elite agrupadas en el G7 las cuales deciden qué y no se hace, así como en las Naciones Unidas; aunque este asunto sensible y transversal a todos para la subsistencia de la humanidad no pasa de ser un mero engaño cuando en fechas recientes Estados Unidos, Rusia, China, además de Vietnam, se esmeraron en mostrar al mundo su respectivo arsenal armamentista sofisticado que en la sinrazón les tiene como partícipes de conflictos bélicos, de manera directa o indirecta.

La reciente asamblea general de Naciones Unidas dada en el contexto de conmemorar también sus 80 años desde que emergió e 1945, posterior a la Segunda Guerra Mundial concluida con las 2 bombas atómicas a Hiroshima y Nagasaki, Japón, con la misión de hacer prevalecer la paz desde hace mucho transitó a ser el epicentro de un pasmoso choque de intereses, porque la paz no les interesa cuando justo los reflectores los acaparan lo bélico.

El compromiso del G7 y la ONU en materia de sostenibilidad ambiental se materializa mediante declaraciones conjuntas, objetivos específicos y la implementación de agendas internacionales. Pero en hechos acontece todo lo contrario al ser su principal negocio la industria armamentista.

La ONU aparenta el liderazgo global, mientras que los países del G7 que integran Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos se comprometen sólo de palabra y papel a tomar medidas concretas para cumplir esos mismos objetivos.

Compromisos del G7 en sostenibilidad ambiental pactados durante la Reunión Ministerial de Clima, Energía y Medio Ambiente de 2024, celebrada en Turín, Italia), que en la realidad nada hay de abandono progresivo de combustibles fósiles, eliminar progresivamente la generación de energía a partir de carbón para mediados de la década de 2030 o en un plazo coherente con el objetivo de 1. 5 grados celsius acorde al Acuerdo de París.

Estados Unidos con Donald Trump entre 2017 y 2021 y desde este 2025 como su presidente decidió abandonar el Acuerdo de París, señal de que por lo menos en sus gestiones la sostenibilidad ambiental no tiene cabida aun como la nación preponderante en la geopolítica.

Este planeta se cae a pedazos con el panorama adverso de un financiamiento climático pobre o nulo, aun con el  reconocimiento sobre la necesidad de aumentar las aportaciones  con causas climáticas internacionales, con el foco especialmente para los países vulnerables.

La protección de la biodiversidad suscrita en el Pacto de la Naturaleza entre los países elite

a la vista en nada reafirma el compromiso de detener y revertir la pérdida de biodiversidad para 2030, y conservar al menos el 30 por ciento de las zonas terrestres y oceánicas para fines de la década actual.

El compromiso por promover la economía circular acordado en pro de avanzar en la eficiencia de los recursos y la economía circular, incluida la reducción de la contaminación por plásticos en nada avanza si no se es consecuente en acciones de gran calado.

Por lo contrario,  la situación palpable del efecto invernadero y el cambio climático es grave, con efectos acelerados y una respuesta global que acusa lo insuficiente a pesar de los esfuerzos. Los principales indicadores demuestran un calentamiento global continuo y un aumento persistente de los gases de efecto invernadero.

Hay una aceleración del calentamiento global consecuente con el aumento constante de la temperatura. En el año 2024 se confirmó como el año más cálido desde que hay registros, con una temperatura global de 1.55 grados celsius por encima de los niveles preindustriales. El 2025 prolongó el alarmante entorno.

La prospectiva de los umbrales sobre la probabilidad de que un año supere el umbral crítico de 1.5 grado celsius se vuelve cada vez más alta, con el antecedente de la década más cálida, comprendida entre  2011 y 2020 no tiene eco porque desde el G7 se diseñe un plan de gran visión con políticas públicas estructurales en el sentido de resarcir los ecosistemas de entre los cuales la humanidad forma parte y ha sido también depredadora con un insensato libertinaje, al exterminar flora y fauna en la precariedad ya no es suficiente para tener un mundo habitable. (eduhdez@yahoo.com)