Presupuesto 2026 sin energía (II)

Pemex, IEPS y el dilema del gasto social en el presupuesto 2026

 

Quien pueda ayudar a incrementar los ingresos necesarios del país estarán en poder atraer una mayor cantidad de empresas que realicen inversiones extranjeras directas nuevas, debido a que muchas de las actuales establecidas han empezado a sacar parte de su dinero de las utilidades generadas a otros mercados. Ante los cambios arancelarios, algunos países como China, veremos ciertos movimientos de salir de empresas, o no poder ser competitivos ante cuatas arancelarias que pueden ir desde el 10% al 50%.

El sector primario (pesca, agricultura y caza), para el 2026, solo será destinado el 4% del total del gasto en el desarrollo económico, al turismo el 0.1%, y el transporte el 12%.

Dentro del gasto realizado a programas sociales de los 987 mil millones destinados, solo el 10% es utilizado en programas que pueden influir en el PIB, y generar desarrollo económico en las entidades a donde es aplicado. El resto podemos considerar que no tienen un retorno en la economía en forma directa, y donde algunos pudieran tener en el largo plazo, si existiera alguna supervisión del alcance final de cada uno de ellos en la vida de las personas que reciben algún beneficio de los programas establecidos dentro del gasto programado.

Un país sin energía no tendrá crecimiento económico en las próximas décadas. El presupuesto propuesto para el 2026, a las dos empresas del Estado anda en el orden de los 1.07 billones de pesos, 34 mil millones de pesos más que lo aprobado para este 2025. Siendo la CFE, la que presentó una reducción en su gasto programado de 15 mil millones de pesos.

El presupuesto para el 2026 de Pemex, sin transparencia presupuestal, al pasar a ser una empresa estatal, se ha decidió dejar de clasificar el gasto de cada negocio de la empresa, y esto no había sucedido desde el 2000. Solo fue presentado el consolidado de la empresa, y la cual no indica los proyectos de inversión a realizar.

Pemex, la empresa que requiere ser ayudada por la nación, y de acuerdo con su plan de 2025-2035, para el 2030 debería tener un presupuesto programado de casi 800 mil millones de pesos para ese año, y para los proyectos de inversión de 380 mil millones. Es decir, un incremento del 55% respecto al propuesto en 2026. La empresa del Estado requiere incrementar en más de 1,000 pozos productores operando de petróleo crudo, a partir del 2026 a 2030, para poder alcanzar la producción de petróleo crudo, y mantener la misma. El no tener esta cantidad de dinero para el 2030 para llegar a 1.8 MBD de petróleo crudo, compromete la operación de las siete refinerías (deberían operar al 74%), y el no tener una plataforma de exportación, para esta fecha de alrededor de 450 mil barriles.

La nación requiere un mayor gasto para poder operar, y el mantener al gasto en la parte de protección social. Surgiendo el siguiente dilema: los ingresos provendrían de un mayor aumento en forma anualizada de los IEPS a diferentes productos o combustibles que día a día, son comprados por el consumidor final, y si este, en un dado caso, no tiene el poder adquisitivo suficiente para el poder comprar, cómo reducir el déficit presupuestal si no hay movilidad del dinero en la economía mexicana.

Requiere el tener una reforma fiscal en forma urgente, para revisar dónde y cómo ingresarán los peculios al país, y cómo deberán ser gastados. El fin del dinero en un presupuesto debe servir para ayudar a la sociedad, para un sentido de crecimiento como persona dentro de la sociedad, y no crear una codependencia de la espera de dádivas para el poder cubrir las necesidades, y tratar del tener una vida digna.

La cobija del presupuesto no alcanza a cubrir a toda la cama de la nación, y en donde algunas partes, estarán descobijadas, y sin protección en el mediano plazo.

Suerte para el 2030. (– Grupo Caraiva – Grupo Pech Arquitectos)