Hablar de política en México hace unas décadas solo tenía un referente: el PRI. No es sorprendente que diversos estudios a lo largo del siglo XX hayan calificado a la cultura política del país como heredera de una tradición marcadamente autoritaria.
El escritor mexicano Octavio Paz, en su libro El Laberinto de la Soledad, habla de un machismo, el cual se refleja también en la política, sobre todo porque en el país se tardó demasiado tiempo para darle un espacio a la mujer en este aspecto.
Aunque a través de la política se busca la democracia, los consensos, el entendimiento y el buen diálogo, pocas veces se practica, y quienes se convierten en actores de esa puesta en escena se olvidan del verdadero origen, de cómo deben usarla para bien de un Estado.
¿Se ha desvalorado entonces?, creemos que no. El concepto continúa vivo, fuerte y con un significado que da señales de ser un factor determinante para atender los conflictos.
El problema entonces es de quienes practican la política y la hacen de una forma autoritaria, sin experiencia, pensando que es un término que debe estar en la farándula o que sirva de bufón para distraernos de una realidad que sucede en México.
Personajes como Cuauhtémoc Blanco, ahora gobernador de Morelos; Manuel Negrete, delegado de Coyoacán; Ana Guevara, primera mujer en dirigir el deporte en el país; Sergio Mayer, diputado federal y presidente de la Comisión de Cultura; Ernesto D´Alessio, presidente de la Comisión del Deporte en la Cámara de Diputados; y en su momento cómo olvidar a la actriz Carmen Salinas ocupando una curul le han quitado esa seriedad a esa participación política que por años se viene formando, no sólo aquí sino en el mundo.
En el caso de Mayer, de 52 años, se volvió un producto atractivo para la oposición cuando aceptó hacer el papel del presidente Enrique Peña Nieto en la película La Dictadura Perfecta (del director Luis Estrada, 2014), una dura crítica al sistema de gobierno creado por el PRI, pero igual una dura burla al mismo mandatario. El desafío disgustó tanto en el gobierno federal que un día fue echado de un evento público de la Residencia Oficial de Los Pinos.
Sin embargo, como un karma, ahora se leen frases como “ya existe un reemplazo de Peña”. No es para menos, el actor y bailarín confundió Profepa con Profeco, luego confundió una biblioteca con una librería, además hizo unas traducciones mal, cayó en una broma donde hacen pasar a un actor porno como estudiante, y de paso sus errores ortográficos.
¿Estos hallazgos rompen con el régimen autoritario, o es sólo un impacto mediático que permite ubicarnos dónde estamos y en qué nivel?
¿Cómo cambiará entonces la cultura política de los ciudadanos mexicanos a partir de esta aceptación de los partidos al colocar a futbolistas y actores?
Puede que suele extraño, pero ¿realmente somos merecedores de un Mayer o un Cuauhtémoc Blanco? Esperemos para ver hasta dónde puede subir el termómetro de la paciencia.
PARÉNTESIS
EL gobernador electo, Adán Augusto López, refirió que en su administración podría solicitarse un empréstito, el cual sería destinado para generar obra pública en la entidad. Durante una reunión con agremiados de la CMIC, explicó que la decisión permanece en análisis, pues aún no hay definición de la fecha en la que se haría durante el sexenio que encabezará el próximo año. Lo importante, sin duda, es darle dinamismo a la economía tabasqueña; las medidas en ese sentido, tendrán apoyo.