Enseñar ciencia desde las primeras etapas educativas es vital: es una manera de mirar el mundo y de pensar en él de una forma más crítica.
Lo que se busca también es formar personas con un sentido humano, ¿el fin?, ir entendiendo la propia vida.
Así como leer, pintar, e interpretar un instrumento musical, el pequeño necesita saber lo que ocurre en la naturaleza. Son futuros ciudadanos que cuestionarán positivamente su medio y su entorno.
La investigación científica es básica, sobre todo desde el aula. Se necesita enseñar a los niños a realizar proyectos, ayudarlos a exteriorizar sus propias ideas para construir sus propios significados.
Imagine un día de lluvia, el crecimiento de una planta, un rayo de sol por la ventana, un objeto que flota en un recipiente con agua, un imán, son oportunidades de las que se pueden aprender muchos conocimientos. Aunque parezcan situaciones comunes, vale la pena explicarles el por qué suceden.
Uno de los conceptos de ciencia señala que es la aplicación sistemática de valores altamente apreciados: integridad, diligencia, justicia, curiosidad, apertura hacia nuevas ideas, escepticismo e imaginación.
La educación científica tiene una posición particularmente sólida para promover tres de estas actitudes y valores: la curiosidad, la apertura hacia nuevas ideas y el escepticismo.
Se afirma que los niños entran en la escuela bullendo de preguntas, sobre todo lo que tienen a la vista, y sólo se diferencian de los investigadores científicos porque aún no han aprendido a hallar respuestas y a verificar qué tan buenas son esas respuestas.
La educación científica que promueve la curiosidad y enseña a los niños a canalizarla en forma productiva les hace un servicio tanto a los estudiantes como a la sociedad.
Por esa razón en los niños no existen preguntas sin sentido, todo lo contrario, se debe poner tanta atención como sea posible, no es la respuesta sino esa forma de cuestionar. Es el razonamiento puro sin controversia la valía de tal actitud del infante.
Ignorar cada pregunta sería como tirar al vacío un cúmulo de conocimiento que a lo mejor más adelante no se volverá a repetir.
Los niños necesitan de la ciencia como ésta de ellos. Son quizá el primer pilar. Miremos entonces y prestemos más atención a lo que preguntan, porque a partir de ahí se puede dar el método científico.
El Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Tabasco (Conacyt), ha implementado que los niños pierdan el miedo a la ciencia y se olviden de esa idea de números, datos y cifras monótonas. Porque la ciencia para niños también es diversión, descubrimiento, misterio, experimentación y creación.
El objetivo de acercar la ciencia a los niños no es únicamente eliminar obstáculos de su aprendizaje, sino que el interés por ella reportará a nuestros pequeños muchos beneficios a corto, medio y largo plazo.
PARÉNTESIS
La colecta anual que realiza en Tabasco la Cruz Roja concluye este 31 de mayo. Hay que ponerse la mano en el corazón y apoyar a la Benemérita Institución. No sabemos en qué momento podemos necesitar de sus servicios. Se cuentas no sólo por miles, por cientos de miles en México quienes en algún momento personal o familiar han requerido de la Cruz Roja. (kundera_w@hotmail.com)