¿Quién dijo miedo a salir?: 500 mexicanos y mexicanas valientes nos guardan

¿Quién dijo miedo a salir?: 500 mexicanos y mexicanas valientes nos guardan

La noche oscura del alma reciente de Tabasco, después de los primeros seis meses del Gobierno de Adán Augusto López, comienza a tener color. El principal problema formidable con el que se está lidiando, aunque no es el único, es la falta de seguridad en nuestro estado y aunque en principio los se anunció que vendrían 300 al final se decidió que fueran 5OO elementos de la Guardia Nacional los que se destaquen a tierras chocas por el altísimo interés nacional de nuestra protección. Es natural porque confluyen en Tabasco variados elementos como es la vigilancia de la frontera sur del estado y formarán parte de las bases de operaciones en Centro y La Chontalpa, lugares en los que la delincuencia organizada se ha asentado, y enquistado, con mayor fuerza en los últimos años. Si a eso le sumamos la seguridad necesaria para los trabajos de la refinería de Dos Bocas, que será el puntal y referencia de la nueva política energética de nuestro país, se comprenderán las razones especiales que se han tenido en cuenta para que el contingente del nuevo cuerpo de seguridad, la Guardia Nacional, tenga una presencia abundante. Y eso es en una primera etapa, confirmó el gobernador Adán Augusto López Hernández. A eso habrá que sumarle que “la coordinación entre la Guardia Nacional, la policía estatal y la municipal permitirá mejores resultados en el combate a la delincuencia” según informó el gobernador López Hernández que, además, dio a conocer que la base de operaciones en el municipio de Centro está prácticamente terminada. Tras cumplirse el primer semestre de su gestión, hay resultados concretos en la lucha contra la delincuencia con una disminución de 32 por ciento, en términos generales, en los índices delictivos con respecto a 2018 lo que es una cifra muy significativa y que se está notando ya en la percepción de los habitantes, aunque es evidente que todavía no se ha terminado con el problema. Lo cierto es que Tabasco va a estar defendido por esos 500 integrantes de la GN, con la intención de que en el corto plazo circulen menos delincuentes, que ya hay demasiados por metro cuadrado de acera y más que va a haber si nuestra economía llega por sus malos pasos contados, al crecimiento cero. Son 500 muchachos y muchachas que han pedido voluntariamente su ingreso en el servicio policiaco nacional, que podrán ser considerados muchos o pocos, pero que llegan a nuestra tierra como el “agua de julio” para la endemoniada actividad delincuencial que padecemos y que los ha recibido con amenazas directas, lo que refleja que los temen. No está claro que consigamos hacer transitable la noche, y el día, mientras se crea que las diferentes especialidades de la delincuencia organizada, junto con los robos y los atracos son el precio obligado de la democracia y que este sistema, que sigue siendo el menos malo —el menos peor, podría decirse— de todos los que ha ensayado el hombre, tiene que ser de naturaleza débil. No. La democracia no es culpable del aumento de la delincuencia. Del aumento de la delincuencia sólo son culpables los delincuentes, en primer lugar, y, en segundo, los que no les dan anterior oportunidad de instalarse normalmente en la sociedad. Cuando todo funciona bien únicamente un grupo residual se dedica al bandidaje y contra esas vocaciones fuertes sólo cabe establecer el imperio de la ley. Dicho de otro modo: no son las moscas las que tienen la culpa de que existan los estercoleros, sino los estercoleros los culpables de que proliferen las moscas. Mientras, condecoremos con coronas de laurel inteligente a estos 500 muchachos y muchachas que van a reforzar el servicio de vigilancia. ¿Quién dijo miedo a salir?: 500 mexicanos y mexicanas valientes y de buena fe nos guardan.