Simbolismos

La nueva Corte, la foto histórica y los gestos que definen la 4T

El pasado 12 de agosto, aquí en Diario Presente en la Postdata a mi artículo "La tremenda corte", escribí que el proceso electoral para elegir a las personas juzgadoras que conforman al nuevo Poder Judicial de la Federación (PJF), realizado el pasado primero de junio, mostró un par de sorpresas: 1.- El triunfo de un ministro de origen indígena, Hugo Aguilar Ortiz, con el mayor número de votos lo que lo convirtió en el primer ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que entró en funciones del primero de septiembre y que durará dos años; y 2.- El que Lenia Batres Guadarrama quien durante meses apuntaba a ser quien iba a obtener el mayor número de votos en dicho proceso electoral, no lo lograra y quedara en segundo lugar, lo que la convirtió en la segunda integrante de la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que asumirá su presidencia entre 2027 a 2029.

          Esta situación, seguí en esa ocasión, de haber sido el segundo lugar no le permitió a la ministra Lenia Batres Guadarrama recibir la estafeta como ministra presidenta de manos de Norma Lucía Piña Hernández, y tampoco le permitió ser la ministra presidenta durante el proceso electoral presidencial a realizarse en 2030, papel que le tocará al tercer lugar en la obtención de votos: ministra Yasmín Esquivel Mossa.

          Las anteriores líneas las escribí hace tres semanas, y en esta semana  que está corriendo ya se vivieron dos hechos: 1.- El 31 de agosto, el adiós a la "Tremenda Corte" con la noticia de que no se encontró cierta cantidad de bienes propiedad de la Nación que estaban resguardadas en las oficinas de algunos ministros y algunas ministras; y 2.- El primero de septiembre, la bienvenida a la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en una sesión solemne cuyo desarrollo e imagen desde el momento mismo de que se estaba realizando, alcanzó visos de histórica.

          Y no es exagerado decir que es histórica la imagen que circuló en los medios de comunicación en donde por vez primera aparecen juntas las personas titulares de los poderes de la unión que transitarán codo a codo por los caminos del segundo piso de la cuarta transformación: Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México (Poder Ejecutivo); Laura Itzel Castillo y Sergio Gutiérrez Luna, titulares de las cámaras de senadores y de diputados, respectivamente (Poder Legislativo); y Hugo Aguilar Ortiz, presidente de la Suprema Corte de la Nación (Poder Judicial).

          Y para que sucediera esta imagen histórica, también tuvo que ver mucho la situación de que en la cámara de diputados retrasaron un día el relevo en su presidencia, que por ley le corresponde a la fracción parlamentaria que tiene el segundo lugar en cantidad de diputados, y en esta ocasión son las y los panistas. Pero, la verdad: ¿Habrá quien se imagine siquiera que en esta foto histórica debía aparecer alguien del PAN? Al menos, quien esto escribe, dice con seguridad: yo no.

          Y es además del papel que este partido político ha jugado en contra de todo lo que huela a AMLO, a la 4T y a Sheinbaum, los nombres que propuso para el encargo pareciera que eran parte de una afrenta o, al menos, de una provocación: 1.- Margarita Zavala, esposa de quien ocupó la presidencia del país mediante un fraude en contra de AMLO; 2.- Federico Döring, que siendo diputado votó a favor del desafuero en contra de AMLO, y además se prestó para entregar los videos a una televisora en donde aparece recibiendo dinero alguien que en algún momento fuera secretario de AMLO; 3.- Germán Martínez, quien además de haber votado a favor del desafuero de AMLO, ha traicionado al mismo PAN, a Morena y a AMLO; y 4.- Kenia López Rabadán, quien resultó electa para el puesto, pero que durante la pasada campaña presidencial no se cansó de emitir ofensas y descalificaciones en contra de la entonces candidata presidencia y actual presidenta de México.

          Entonces vuelvo a preguntar: ¿Se imaginan a la diputada López Rabadán (o a Zavala, o a Döring o a Martínez), en dicha foto histórica y llena de simbolismo? Yo, la verdad, no.

          Por otro lado, el 9 de agosto pasado, también aquí en Diario Presente, y como parte de mi texto "Santo Niño de Atocha", escribí que cuando el entonces senador Arturo Romo fue ungido candidato del PRI al gobierno de Zacatecas, al ser felicitado por sus pares, él simplemente dijo que lo único que no le gustaba es que al Senado arribaría su suplente porque, aseveró, no era gente de confiar... y por cierto, su suplente era Ricardo Monreal Ávila.

          Y cuando Ricardo Monreal Ávila arribó al Senado se hizo incondicional de José Luis Lamadrid (conocido como "El maestro Lama"), quien protagonizó debates inolvidables con el también senador Porfirio Muñoz Ledo, entonces presidente del PRD, por lo que no fue de extrañar que ya en estos tiempos de la 4T, Muñoz Ledo no se expresara bien de Monreal y no lo apoyara en su intención (que sí logró) de coordinar a los senadores morenistas.

          Y bueno, fue el mismo Ricardo Monreal quien en su papel de coordinador de los diputados morenistas, el pasado primero de septiembre en la sesión solemne para la instalación del Congreso de la Unión, mostró mayor empatía hacia el presidente del PRI que hacia sus correligionarios, incluyendo la presidencia de la república. Simbólico, ¿o no?