El 19 de septiembre de 1985 se quedó en la memoria de los mexicanos. Un sismo de 8.1 hizo ver lo frágil que somos. Aunque el fenómeno natural nos descubrió ante el mundo como solidarios. Despertó conciencia, pero también impotencia, dolor y muerte.
A pesar de haber ocurrido en las costas de Michoacán, a más de 350 kilómetros de la Ciudad de México, la mayoría de las afectaciones y pérdidas humanas se concentraron en la capital del país.
Las cifras oficiales dijeron que durante el sismo fallecieron 5,000 personas, sin embargo, otras estimaciones arrojan más de 10,000 decesos, cerca de 50,000 heridos, al menos unas 250,000 personas sin hogar, más de 770 edificios colapsados o severamente dañados y pérdidas económicas que representaron el 2.1% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y el 9.9% de la Ciudad de México.
Por un momento se entendió que el hombre no es nada ante la naturaleza. Habría que darle una hojeada al libro “Los sismos. Una amenaza cotidiana”, de Víctor Manuel Cruz Atienza, investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
De acuerdo con datos publicados por el especialista, en México los sismos no se distribuyen de manera homogénea, pues hay regiones en que las características del suelo no permiten que ocurran fenómenos naturales, en comparación con Guerrero, Oaxaca y Chiapas, en donde ocurren aproximadamente 80% de los terremotos.
Cuando se pensaba que ese antes y después marcado por el sismo del 85 sería solo historia y un mal recuerdo, cuya herida apenas cerraba, en la misma fecha (19 de septiembre), pero de 2017, aunque fue menor (7.1), por la cercanía de su epicentro, la magnitud fue mayor, azotando no solo a la capital del país sino a sus alrededores.
Y otra vez, cientos de mexicanos demostraron que desde la trinchera donde estén pueden ayudar, todo con el fin de levantar una ciudad que se vio caída en ruinas.
El sismo del 19 de septiembre de 2017 ocurrió exactamente a las 13:14:40, tuvo su epicentro en la latitud 18.40 norte, longitud 98.72 oeste, a una profundidad de 57 kilómetros, a 12 kilómetros al sureste de Axochiapan, Morelos, en el límite con el estado de Puebla.
¿Qué fue lo no aprendido?, desde el terremoto del 85 se dieron las denuncias sobre edificios mal construidos, y que se desplomaron o sufrieron daños irreparables. Hay investigaciones de desvío de recursos destinados a atender a damnificados hacia las campañas políticas. Todo fue parte igual de la historia.
Tabasco se suma hoy al macrosimulacro, ya que la entidad es considerada zona sísmica. De acuerdo a las autoridades de Protección Civil, indican que entre la población existe una mejor preparación en los protocolos ante un temblor.
Varias dependencias del gobierno estarán participando, pero también desde el hogar todos pueden hacerlo. Lo importante es la prevención, saber qué hacer en estos casos.
PARÉNTESIS
En su gira de trabajo por Balancán, el gobernador Adán Augusto López Hernández, aseguró que el abasto de medicamentos del Hospital Regional aumentará a finales del mes al 80 por ciento. Dijo que en la actualidad el abasto es del 60 por ciento, por lo que se atenderá esta necesidad para que la población esté mejor atendida. (kundera_w@hotmail.com)