Un día sin combustibles fósiles en el mundo (II)

SEGUNDA DE DOS PARTES

Si bien los recursos energéticos han existido durante millones de años, la utilización efectiva por parte del ser humano es relativamente reciente. El carbón comenzó a utilizarse ampliamente como fuente de energía durante la Revolución Industrial en el siglo XVIII. Por su parte, el petróleo y el gas natural iniciaron su explotación comercial a finales del siglo XIX, mientras que la energía nuclear se desarrolló en el siglo XX. Las fuentes renovables, como la solar y la eólica, han estado disponibles en la naturaleza desde siempre; sin embargo, su aprovechamiento tecnológico a gran escala es un fenómeno moderno, consolidado principalmente desde finales del siglo XX y principios del XXI.

Cambiar los combustibles fósiles, cuanto tardaría hacerlo hoy día.

La eliminación del uso de combustibles fósiles modificaría el equilibrio geopolítico global. Las relaciones internacionales, tradicionalmente vinculadas al acceso y control de recursos energéticos, experimentarían un cambio de enfoque. Los países con recursos renovables abundantes podrían asumir un papel destacado, aunque limitado por la falta de capital, tecnología e infraestructura necesaria para una transición inmediata. Por otro lado, se reducirían los conflictos asociados al petróleo y al gas natural, pero surgirían potencialmente nuevas disputas en torno a materiales críticos para las tecnologías sostenibles, como el litio y el cobalto, entre otros.

El mercado global de combustibles fósiles está valorado entre 8 y 10 billones de dólares, lo que constituye una proporción significativa de la economía mundial. Se proyecta que este valor aumente en la próxima década, estimándose que el mercado podría alcanzar los 15 billones de dólares para el año 2034. Actualmente, resulta complejo identificar un combustible alternativo capaz de reemplazar ese volumen de valor económico.

La industria de los combustibles fósiles continúa desempeñando un papel fundamental, aunque sujeto a variaciones, dentro de la economía global, ya que genera millones de empleos y contribuye de manera considerable al Producto Interno Bruto (PIB) mundial.

La transición hacia fuentes de energía más limpias es factible desde el punto de vista técnico; sin embargo, requiere acciones coordinadas a nivel internacional, inversiones sostenidas, innovación tecnológica y modificaciones en los patrones de consumo. Diversos países han iniciado avances hacia una matriz energética más sostenible, aunque el ritmo de progreso varía y existen desafíos significativos.

El reemplazo total de los combustibles fósiles no será inmediato, sino que constituye un proceso paulatino que podría extenderse durante varias décadas, dependiendo de factores como la voluntad política, el desarrollo tecnológico y la cooperación internacional. No obstante, se observa una tendencia creciente hacia la necesidad de un futuro energético sustentable. Se identifican múltiples desafíos asociados con el abandono de los combustibles fósiles.

a)     Infraestructura: La red dedicada a la producción, distribución y consumo de combustibles fósiles se encuentra ampliamente consolidada, por lo que su transformación exige inversiones significativas y períodos prolongados de adaptación.

b)    Costo y acceso: Si bien los costos de las energías renovables continúan disminuyendo, en numerosas regiones el uso de combustibles fósiles sigue representando la alternativa más económica.

c)     Voluntad política: La fuerte dependencia económica de numerosos países respecto a los hidrocarburos dificulta la implementación de decisiones orientadas a su progresiva eliminación.

d)    Desafíos tecnológicos: Persisten retos como el almacenamiento eficiente de energía, la intermitencia inherente a ciertas fuentes renovables y la electrificación de sectores específicos, tales como el transporte pesado.

e)     Impacto social: La transición implica profundas transformaciones laborales, sociales y culturales, especialmente en aquellas áreas geográficas cuya economía está fuertemente vinculada a la producción de hidrocarburos.

En la actualidad, la transición global hacia el abandono de los combustibles fósiles a corto plazo presenta desafíos significativos. Los países que carecen de tecnología y recursos financieros suficientes probablemente continuarán dependiendo de estos recursos energéticos durante varias décadas, lo que afectará su economía y su capacidad de mantener la estabilidad energética en el contexto de un entorno geopolítico cada vez más complejo.

(– Grupo Caraiva – Grupo Pech Arquitectos)