El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sacudió al sector logístico al ampliar los aranceles sobre el acero y el aluminio, extendiéndolos a más de 400 artículos de consumo que contienen estos metales, desde motocicletas hasta vajillas.
La medida, que entró en vigor el lunes sin contemplar excepciones para productos en tránsito, dejó a agentes de aduanas e importadores con un margen mínimo para reaccionar.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) publicó la nueva lista de productos justo cuando muchos iniciaban el fin de semana, y esta apareció en el Registro Federal el martes, generando un nuevo dolor de cabeza para los profesionales del comercio exterior.
Las directrices han resultado confusas, sobre todo respecto a mercancías ya en camino hacia Estados Unidos, y persiste la duda de si los gravámenes a los metales se sumarán a los aranceles ya aplicados a cada país.
La ejecutiva, presidenta del servicio de asesoría en cumplimiento comercial Trade IQ, subrayó que el cambio fue inédito: "Al menos los anuncios anteriores incluían algunas exenciones en tránsito para que los importadores pudieran tomar decisiones de compra razonables. Este fue único en ese sentido: es una verdadera sorpresa".
La nueva lista abarca desde autopartes, productos químicos, plásticos y componentes de muebles, hasta leche en polvo y cosméticos, lo que exhibe el alcance de la autoridad que Trump ha ejercido para imponer aranceles sectoriales, independientemente del Poder Ejecutivo invocado para justificar sus llamados aranceles recíprocos.
Adrián González, agente aduanal y presidente de Global Alliance Solutions, coincidió en que el escenario es crítico y subrayó que la complejidad para importar a EU se ha multiplicado en el segundo mandato de Trump.
González señaló además que la improvisación con que se implementan las medidas agrava la incertidumbre.
A pesar de las dificultades normativas en aduanas, Gerardo Tajonar, presidente de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM), sostuvo que las operaciones fluyen con relativa normalidad.