Ellos estaban en su vivienda la madrugada del viernes 11 de noviembre, ubicada en el Barrio Negro, en la cabecera municipal de Loreto, cuando se desataron balaceras por parte de criminales de dos bandos que se disputan el territorio limítrofe con el Estado de Aguascalientes.
Los vehículos y fachadas de las casas con múltiples impactos de bala son testigos físicos de lo que ocurrió en esa región.
La niña se llamaba Coraline, y su abuelo, Rogelio Castro.
Ambos fueron identificados por vecinos como ciudadanos alegres y amables.
Ella era muy bailarina, comentaron. En redes sociales circulan videos de Coraline en ferias y bailes en medio de la pista. Solía acompañar a estos eventos a su abuelo que se dedicaba a vender elotes.
Su asesinato ha conmocionado a pobladores del Municipio de Loreto, quienes exigieron a las autoridades garantizar la justicia en este caso y la seguridad en la región, al aseverar que las balaceras son cada vez más intensas y frecuentes.