Era cuestión de tiempo que la moda y las tendencias recuperasen uno de los accesorios estrella de la historia de la moda. Se les conoce como 'guantes de ópera' y el primer recuerdo que nos viene de ellos, es la famosa escena de Rita Hayworth en Gilda al son de 'Put the blame on Mame'.
Los guantes largos eran uno de los símblos de estatus de los 50 cuando Christian Dior y Balenciaga los sumaron a sus propuestas de moda de la temporada. Todas las actrices, la realeza y la aristocracia del momento elegía estos guantes, largos hasta el codo, para completar sus estilismos de evento y alfombra roja.
Una de las más memorables, Grace Kelly, al recoger su Óscar como mejor actriz en 1955, pero es que nunca dejó de usar esos guantes, largos de color blanco roto en cada uno de sus looks de etiqueta. Un detalle de estilo que ha heredado su hija, Carolina de Mónaco, que también ha llevado este tipo de guantes largos en innumerables ocasiones en las que ha vestido de gala.
Y ese par de guantes largos hasta el codo, de color blanco roto, ha sido uno de los accesorios que Carolina de Mónaco heredó de su madre y con los que le ha hecho siempre un guiño a modo de homenaje en múltiples ocasiones. Bailes de la Rosa, bodas, actos oficiales, tributos familiares... Carolina ha elegido llevar esos guantes de su madre con vestidos largos de noche, y también con trajes de cóctel.
Ahora la moda les vuelve a dar el lugar que siempre debieron tener, ya que es uno de los complementos más elegantes y sofisticados que existen. Tiendas de precios asequibles como Zara, Sfera, Mango ya venden sus guantes largos para sumarse a la tendencia de este otoño invierno.
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