Washington. El ejército de Estados Unidos perpetró ayer otro ataque contra una embarcación en el Pacífico, acusándola nuevamente, sin pruebas, de transportar drogas. En el bombardeo dos personas fueron asesinadas, informó el secretario de Guerra, Pete Hegseth. En su cuenta de X, Hegseth afirmó:
Con este nuevo ataque, suman al menos 15 operaciones letales en el mar y más de 25 muertos desde que Estados Unidos desplegó fuerzas en el Caribe y el Pacífico cerca de Colombia.
Más temprano, The New York Times reveló que el presidente Donald Trump analiza una serie de opciones militares en Venezuela, entre ellas ataques directos a las unidades que protegen al mandatario Nicolás Maduro y medidas para tomar el control de los campos petroleros del país.
- Para esto, sus asesores han pedido directrices legales al Departamento de Justicia para justificar ataques sin autorización del Congreso.
Aunque Trump aún no ha tomado una decisión definitiva, se muestra renuente a aprobar operaciones que pongan en riesgo a sus tropas o que puedan fracasar. Según reportes oficiales, el despliegue incluye operaciones encubiertas y maniobras militares frente a la costa venezolana, aumentando la presión sobre el régimen de Maduro.
En contraste, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva rechazó una eventual intervención terrestre de Estados Unidos en Venezuela y ofreció mediar para evitar el conflicto, declarando:
El papa León XIV criticó el despliegue militar estadounidense en la región, afirmando que "con violencia no gana nadie." Además, el presidente colombiano Gustavo Petro denunció que fuerzas externas buscan el fracaso de la Cumbre CELAC y pidió que se levanten las sanciones contra su país.
Pese a las tensiones y sanciones, la ayuda de Estados Unidos a Colombia no ha sido interrumpida, reflejando un escenario geopolítico complejo en América Latina, donde persisten tanto la presión militar y económica de EE.UU. como esfuerzos diplomáticos para evitar una escalada de violencia.