Con la idea de hacer prosperar el campo tabasqueño, diariamente los campesinos de los ejidos Ocuapan, Tecominoacán y La Esperanza, del municipio de Huimanguillo trabajan sus tierras con el cultivo de la piña, pues descubrieron que pueden mejorar su calidad de vida desde sus localidades.
Marco Morales Gardoza, dirigente de la Unión Campesina Democrática (UCD), se dice orgulloso de representar a un grupo de 60 productores que con apoyos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y sus ganas de superarse entendieron que su calidad de vida puede mejorar en unos años a través de la siembra de la piña.
Sus tierras son fértiles así lo detallan los técnicos que han visitados sus terrenos, en donde hoy tienen cada ciclo una producción de hasta 80 toneladas por hectáreas, las cuales son comercializadas en el mercado local aún precio bajo pero sigue siendo buen negocio.
Marco también es agrónomo y expresa que su trabajo lo desarrollan en alrededor de 70 hectáreas, pues cada uno de sus productores tienen entre una y dos hectáreas de tierra, una vez que la cosechan la única forma para vender sus frutos es con los comerciantes denominados “coyotes” a un precio no tan redituable.
Hoy Marco comprende que sus cultivo son rentables, pero aún les hace falta tecnificar su sistema de producción, además necesitan que alguna autoridad los ayude a establecer canales de comercialización para así vender a un buen precios sus piñas que son de alta calidad.
Explicó que con esfuerzo y lucha han logrado organizarse, por ello ahora buscan que las autoridades de los tres órganos de gobiernos los apoyen en la realización de un centro de acopio que les permita enviar sus cosechas a otras entidades del país.