Tenosique, Tabasco, a 28 de octubre de 2021.- Las fibras de las hojas de una planta conocida como Palma Jipi son la materia prima con la que Pedro Cruz Gutiérrez y su familia realizan maravillosas artesanías, las cuales van desde pulseras, abanicos, collares y, por supuesto los famosos sombreros Jipijapa, con los que son conocidos en la región.
Sentado en el patio de su casa, en Álvaro Obregón, Tenosique, don Pedro relata que antes de aprender a procesar la palma de Jipi se dedicaba a su cultivo para venderla a artesanos de Bécal, Campeche, hasta que tomó la decisión de capacitarse para darle un valor agregado a su plantación.
“Hace 14 años el presidente municipal me pidió que consiguiera a algún maestro de Campeche que nos enseñara a elaborar (...), estuvimos en capacitaciones, aprendiendo a rayar, hornear, secar, pintar y de ahí nos enseñaron a tejer”, recuerda.
Hoy siembra más de 10 hectáreas de palma Jipi, además tiene su propio taller, en el que trabajan sus hijos y otros familiares, “aquí hay un horno al que le caben 800 cogollos (...), tengo dos hijas que saben hacer sombreros, y los otros hacen alhajeros, collares y pulseras”, comenta don Pedro.
Las obras de esta familia de artesanos han llegado a todo el estado y más allá de sus límites, ya que muchos de los visitantes que arriban al museo comunitario “Kalo’mte’” y sendero de Álvaro Obregón visitan también su taller y adquieren sus piezas.
Precisamente por lo importante que es la llegada de visitantes a su comunidad para comercializar sus productos, don Pedro considera que el Tren Maya generará beneficios en Tenosique y será una buena oportunidad para organizarse entre los artesanos de la región. “Si viene el Tren Maya, a nosotros como artesanos nos conviene porque vienen diferentes gentes de otros lugares, los turistas compran más artesanías, les gusta el trabajo que hacemos”, comentó.
Al concluir la entrevista don Pedro y su familia se disponen a realizar las actividades diarias, que consisten en rayar la palma, hornear con azufre y brasas, para después secar las fibras por tres días.
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