La Fiscalía General del Estado (FGE), detalló que han encontrado a niños que empezaron su carrera delictiva desde los 10 años de edad y hoy se encuentran recluidos en el Centro Educativo Tutelar para Menores Infractores de Villahermosa.
De acuerdo a información obtenida vía transparencia, en el 2014 encarcelaron a 78 menores; en 2015, 85; en 2016, 78 y en lo que va de 2017, tienen a 49 jóvenes que fueron llevados a prisión por cometer delitos de alto impacto.
La FGE expresa que han capturado a menores que a sus 13 años ya tenían nexos con bandas de secuestradores e incluso eran vendedores de drogas; la mayoría se encuentra purgando sus condenas en el centro penitenciario de la capital.
Según el reporte de la institución, han encarcelado a menores que cometieron delitos como pederastia, portación de armas, narcomenudeo, secuestro, abigeato, el robo de autos, robo a casa habitación, robo con violencia, violación y hasta extorsión.
La información investigada por Diario Presente, precisa que la FGE ha capturado no sólo a hombres menores de edad, sino también a mujeres que tenían una edad promedio de 13 y 15 años, las cuales fueron recluidas por involucrarse con las bandas delictivas.
Se verificó que en 2014 fueron a la cárcel 12 mujeres, 15 en 2015; 3 en el 2016 y en lo que va de 2017, tres adolescentes que no rebasan los 18 años de edad.
De acuerdo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), los menores de edad, a partir de 14 años que sean detenidos por delitos catalogados como graves, podrán ser sujetos a prisión preventiva hasta por cinco meses, hasta que se resuelva si son responsables o no en un juicio.
La prisión preventiva para adolescentes es una medida diferente a la aplicada a los adultos, debido a que tiene un límite máximo de duración y exige una revisión periódica.
DESCOMPOSICIÓN SOCIAL
Al respecto, el presidente del Colegio de Sociólogos de Tabasco, Jorge Gutiérrez Torres, explicó que el fenómeno de apreciar a niños en las filas de la delincuencia responde a la descomposición social que hoy vive México y desde luego Tabasco.
Con los años los valores se perdieron y se volvió común decir groserías en casa, en escuelas, al igual que empezar a ingerir bebidas alcohólicas a temprana edad, todo eso desembocó a que las nuevas generaciones se vieran identificadas con los grupos criminales, refirió el catedrático.
Para el experto, la descomposición del tejido social en Tabasco y en todo el país, también es consecuencia de los efectos de la globalización, se volvió común ver con facilidad series de telenovelas en la televisión abierta y hasta en redes sociales, donde se induce al alcohol, la prostitución y a la delincuencia.
A decir del profesor investigador, hoy el país atraviesa por una esfera donde existe la llamada narco cultura, en ella se vuelve común escuchar un narcocorrido o ver la vida de los capos desde la pantalla, y quienes no tienen buenos valores cimentados terminan por adaptar esos estilos de vida.
Aprenden por imitación
Actualmente la mayoría de niños empieza a sentir un gusto por las armas o por los videojuegos, en donde la misión es matar al mayor número de enemigos, y eso con el tiempo se convierte en una adicción que no dudan en llevarlo a la práctica.
Jorge Gutiérrez Torres dio a conocer que las armas de fuego no son vistas como en el pasado, donde ver, tener y usar un arma era casi un tabú, ahora en estos tiempos de violencia cualquiera puede tener un arma y mostrársela a un niño personalmente, en televisión, en los videojuegos para adultos o en la música donde cantan para el narcotráfico.
En tiempos donde todo se encuentra a la mano, planteó que la divulgación del crimen, sus técnicas, sus usos y prácticas están al oído de todos e incluso la música lleva al niño a interpretar que los héroes son los criminales y no los policías ni el gobierno.