Manatí, en peligro de extinción en Tabasco

La contaminación de cuerpos de agua y caza esporádica son las causas de su desaparición

En tan sólo una década la población del manatí en las aguas de Tabasco disminuyó en un 60 por ciento, debido a la contaminación de cuerpos de agua y a la caza esporádica, pues hasta diciembre de 2016 se estima que al menos 100 ejemplares se registran en el territorio.

Sin embargo, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conabio), sólo ha avizorado un promedio de 30 especímenes en ríos y lagunas.

Hace aproximadamente 10 años, la entidad era denominada la región mexicana con más ejemplares del país -gracias a la conexión de sus ríos y lagunas-, pero actualmente Chetumal, Quintana Roo registra por lo menos 300 manatíes.

La actividad humana y petrolera es el principal factor de la disminución de la población, pues de acuerdo a especialistas en la materia, los hidrocarburos en aguas dulces ocasionan la muerte del animal.

De acuerdo al investigador de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), la cacería del manatí es esporádica, pero continúa registrándose en la región de Los Ríos, donde algunos pobladores consumen la carne y la grasa del mamífero -especialmente la zona de las costillas-.

En toda la extensión geográfica en la que se detecta su presencia, este mamífero ha sido declarado especie en peligro de extinción CITES, 2009; SEMARNAT, 2010, pero la protección de la especie es casi nula.

En Tabasco, sólo tres sitios mantienen en cautiverio la especie: la División Académica de Ciencias Biológicas (Dacbiol); el Centro de Interpretación de la Naturaleza Yumká y la reserva ecológica de los camellones chontales, donde se estudia la conducta del mamífero.


La ciudad de Villahermosa es uno de los espacios donde la especie se ha enfrentado a mayores amenazas: la descarga de aguas negras en lagunas, problema que se ha presentado con mayor insistencia en la Laguna de Las Ilusiones.

Aunque este sitio es considerado como Área Natural Protegida, plásticos y aguas negras desembocan en el cuerpo de agua, donde la armonía y el desarrollo del manatí se ve impedida por la constante presencia de residuos.

El director de Uso y Manejo de los Recursos Naturales de la Secretaría de Energía, Recursos Naturales y Protección Ambiental (Sernapam), José Germán Arellano, estimó que en las Ilusiones hay un promedio de 20 manatíes, sin embargo, los especímenes no han sido avizorados en su totalidad.

“Lo que se ha observado con trabajo coordinado con la UJAT, es que los manatíes permanecen lejos de construcciones, debido a que casas evitan que en las orillas de las lagunas crezcan las plantas que les sirve como alimento, por ello prefieren permanecer en otras zonas, sin embargo se ha detectado que algunos nadan hacia el parque Tomás Garrido y vaso Cencali”, detalló.