“Me aferré a mi teléfono, no se lo iba a dejar al ratero”, relató Martha, quien todos los días tiene necesidad de usar transporte público y ha sido asaltada en dos ocasiones.
En la parada de una plaza que se ubica en la avenida Gregorio Méndez Magaña, bajando Pagés Llergo, esperaba su transbus como todas las noches cuando sale del trabajo, cuando un joven delgado la tomó por sorpresa y le arrebató su bolsa y quizo quitarle su teléfono, lo cual no pudo.
En entrevista con el Sistema Informativo de Tabasco (SIT), mencionó que la primera vez que la asaltaron fue en la terminal de combis que llevan a la colonia Sabina, le pusieron un cuchillo en la espalda y le quitaron su mochila.
“A los tres años me viene a pasar otra vez esto, pero no dejé que se llevaran mi teléfono, en mi bolsa no cargaba mucho dinero, solo me dolieron mis identificaciones, pero de ahí en fuera, agarré experiencia en no llevar todo en un solo lugar”, expuso.
Así también, comentó que cada vez es más complicado tener que estar mucho tiempo en la calle, ya ni arriba de la combi, transbus o taxi, porque nunca se sabe quién puede atacar, ya que las personas que la han asaltado ni siquiera tienen facha de malvivientes, al contrario, son personas jóvenes y hasta bien vestidos andan.