Alicia, salió de trabajar a las 11:00 de la noche de un hospital de Villahermosa, tomó un taxi, la jornada laboral había sido larga y en lo único que pensaba era en llegar a su casa, ver a su familia y descansar.
Minutos después de haber abordado el taxi amarillo, del cuál no recuerda el número, el taxista levantó a dos sujetos uno de ellos se subió atrás y otro adelante.
“Pensé que me llevaban a mi casa, cuando de repente desvió su rumbo el taxista y se fue rumbo a la carretera a Nacajuca y tomó una desviación, era tarde y poca gente circulaba, estaba muy nerviosa, de repente se paró el taxi y me tomaron a la fuerza, me sacaron del carro por los cabellos, me golpearon hasta que se cansaron, hicieron de mi lo que quisieron, las tres personas…”, relató, con lágrimas en los ojos.
En la plática con el Sistema Informativo de Tabasco (SIT), indicó que estuvo tres días hospitalizada, por los golpes y lesiones que recibió de sus agresores que pensaron que la habían matado, por los golpes que le dieron y la dejaron tirada entre los matorrales.
Comentó que cuando reaccionó, salió a la carretera a como pudo, pidió ayuda a los automovilistas que pasaron, pero como era de noche, pensaban que era una indigente, pues su ropa estaba rota, sucia y con manchas de sangre.
Afortunadamente, indicó, un señor se paró y la auxilió, la llevó a su casa y fue ahí donde contó a su familia la pesadilla que había pasado y estos la llevaron al hospital, donde la auxiliaron.
“Las heridas del cuerpo han sanado, quedan algunas cicatrices, pero las de mi alma, esas no las podré curar, sólo con la ayuda de Dios, es algo que no le deseo a nadie…”, agregó.