La falta de cultura y la ausencia de adecuaciones en las calles y banquetas han ocasionado que la capital tabasqueña no sea apta para minusválidos, señaló la presidenta de la Asociación Tabasqueña de Minusválidos, Cecilia Herrera Zapata.
Detalló que las personas que no cuentan con las capacidades físicas para caminar se han encontrado con postes de luz y árboles que impiden que las sillas de ruedas logren acceder a las rampas.
“En general es muy difícil para la gente que no puede caminar lograr moverse a diferentes sitios, y esto es porque la gente obstruye desde los estacionamientos hasta las rampas, y tenemos que arriesgarnos en las calles”, explicó en entrevista con Diario Presente.
Al menos el 90 por ciento de la infraestructura destinada para el uso exclusivo de personas con capacidades diferentes registra problemas.
Añadió que en la avenida Francisco J. Mina se puede observar constantemente la presencia de ambulantes, quienes se colocan en las esquinas que tienen rampas.
En la misma avenida construyeron una rampa detrás de un árbol, por lo que no puede ser usada.