Al transitar por las calles Ernesto Malda y Lago Ilusión, al borde del vaso Cencali, a diario los malos olores son percibidos justamente cuando los autos y peatones circulan en el borde de la Laguna de las Ilusiones ubicada en esa vía.
Al mediodía se concentra la mayor fetidez. Ante este escenario, algunos vecinos cierran las puertas y ventanas de sus casas o se tapan la nariz para apaciguar levemente los malos olores.
Concepción Pérez, vecina de la colonia Lindavista ubicada frente a la laguna, es una de los que percibe los olores fétidos, sobre todo al mediodía cuando la concentración se percibe con mayor fuerza por el sol. Señala que teme por la salud de los moradores; pues asegura ya ha tenido alergias.
“Con el olor uno no sabe qué hacer, para un niño sería más peligroso”, comenta la vecina.
En la zona colindante a la laguna se ubican parques y escuelas. Allí el señor Josué González dice que diariamente tienen que soportar estos fétidos olores.
Pero la fetidez incluso va con el viento hacia urbanizaciones ubicadas en colonias aledañas. Ello multiplica las quejas de vecinos de ese sector, quienes a decir de la señora Pérez ya han pedido apoyo a las autoridades.
Al transitar por esta zona se pueden observar un gran número de especies endémicas, las cuales habitan en precarias condiciones lagunares, ya que se puede ver que nadan sobre agua completamente sucia.
Aunado a esto el nivel del vaso cencali, se ve extremadamente bajo, lo cual diera de imaginar que se puede atravesar caminando de la colonia Rovirosa a Lindavista y viceversa.
"Sentimos los olores fétidos, sobre todo al mediodía cuando la concentración se percibe con mayor fuerza por el sol. Para los niños es peligroso”
Concepción Pérez
Vecina de Lindavista