Hasta las bolsas de lentejas y las latas de sardina dejó de surtirle el gobierno federal a los 44 Comedores Comunitarios que instaló en Tabasco para abatir la pobreza alimentaria, quienes todavía sobreviven a este programa federal lo hacen por su propio esfuerzo.
Keila Morales López, quien es encargada del Comedor Comunitario de la colonia Gaviotas Norte y que inauguró el 13 de marzo de 2015 el entonces titular de Pemex, Emilio Lozoya, hoy conversa que con el paso del tiempo han visto una reducción en la mercancía.
“Los primeros días hasta nos traían coctel de frutas, hoy no nos dan ni sardina, ni lentejas y que para nosotros esos alimentos son los mejores para darle a quienes vienen a pedirnos un plato de comida, creo que le fueron perdiendo el interés”, expresó.
Morales López dijo que cuando el programa inició la despensa que les entregaban les alcanzaba para alimentar hasta 160 personas en un solo día, hoy apenas abastecen a 60, algunos no alcanzan y se quedan sin su desayuno o almuerzo.
Destacó que conforme se acerca a la recta final el gobierno de Enrique Peña Nieto, han visto una falta de interés hacia este programa que vino a ayudar a un sin número de personas que por diversas cuestiones no tienen el recurso para alimentarse adecuadamente.
Cuando inició el programa de forma mensual les entregaba la despensa, ahora las proporcionan cada mes y medio, pero no siempre les llega completa a veces no la brindan ni con lo más básico que es la leche, la cual es sumamente importante.
Hoy el Comedor Comunitario sólo tiene arroz, frijol, agua, y el resto de insumos e ingredientes que usan para cocinar lo compran con el dinero que se recauda de la cooperación voluntaria que dan los beneficiarios.
Recordó que cuando inició el programa les daban frutas y hasta galleta María.