Pese a los incrementos en las tarifas del servicio de transporte público urbano y suburbano, los tabasqueños deben enfrentarse al mal servicio que proporcionan los conductores de taxis, combis y de las unidades del Transbus, cuyas unidades destacan por permanecer en mal estado e incluso maltratar a los usuarios.
La propia Secretaría de Movilidad –antes Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT)- reconoce que las quejas más frecuentes de los ciudadanos se relacionan con el mal trato, el abuso en cobros, las deficiencias de los vehículos e incluso por agresiones sexuales.
Tan sólo a los taxistas, la dependencia ha aplicado más de 57 sanciones a los conductores que evitan utilizar el aire acondicionado desde junio de 2018 a enero de 2019, sin embargo, a pesar de las multas que deben cubrir, los conductores argumentan que los altos costos de la gasolina ocasionan que deban reducir sus gastos al trabajar.
Incluso, transportistas exigen a los usuarios que cumplan con las nuevas tarifas a pesar que carecen de los permisos que emite la autoridad.
Prueba de ello son las 44 sanciones que han aplicado a los conductores que no cuentan con los documentos que los acreditan para brindar el servicio.
En los últimos años, las unidades del Transbus han destacado por la deficiencia de sus autobuses, ya que no cuentan con aire acondicionado, e incluso no aceptan las tarjetas para descuentos a adultos mayores y estudiantes.
En octubre de 2018, vecinos del fraccionamiento Lagunas acudieron a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) para poner una queja por la falta de movilidad de los habitantes del conjunto ante los retrasos que registraban los vehículos del sistema Transbus.
El órgano autónomo emitió recomendaciones para mejorar el servicio, sin embargo, a la fecha, los problemas continúan en la zona.
En el caso de los pochimoviles, los usuarios son expuestos al peligro ante la carencia de permisos e incluso por unidades “pirata”, las cuales –en diversas ocasiones- han sido señaladas por estar involucradas en robos e incluso homicidios. El problema ha sido identificado en el fraccionamiento Pomoca, Gaviotas, Playas el Rosario y Parrilla, lugares donde han sido sancionados más de 86 conductores.
De acuerdo al reporte de la dependencia estatal, de las mil 132 unidades que ofrecen el servicio en el municipio de Centro, 623 se encuentran en malas condiciones y requieren una renovación completa de las unidades.
En base a los datos, varias de las 29 agrupaciones transportistas, que arroja el informe de la Secretaría de Movilidad, siguen sin renovar sus unidades, habiendo vehículos del año 2000 e inclusive un poco antes.
Las 25 unidades de la asociación Autotransporte Plátano y Cacao con la concesión número 035 siguen sin ser renovadas; lo mismo ocurre con el Autotransporte de la Vega Grijalva con la concesión número 043, que no ha renovado sus dos unidades.
La dependencia estatal informó que una de las agrupaciones transportistas más reconocidas como Arvit tiene pendiente por renovar 47 unidades vehiculares; transportes Medellín y Pigua cuenta con cinco unidades y las cinco se encuentran en malas condiciones.