Enaltecen su legado: Pellicer, dos conmemoraciones
El domingo 16 de enero se cumplen 125 años del nacimiento del poeta Carlos Pellicer Cámara
El domingo 16 de enero se cumplen 125 años del nacimiento del poeta Carlos Pellicer Cámara. El Presidente Andrés Manuel López Obrador había anunciado un homenaje especial con ese motivo para quien reconoce como su maestro.
Además de la celebración del natalicio de Pellicer, que incluye diversas actividades culturales, el 16 de febrero se conmemorará un aniversario más de su fallecimiento, en esa ocasión se realizarán las tradicionales “Jornadas Pellicerianas”.
Carlos Pellicer, Poeta de América
UNO
Noticia Relacionada
“¿Quién es el poeta de América?”, me preguntó un compañero maestro tabasqueño a las pocas semanas de llegar yo de otro estado en 1979. No supe qué responderle. Sabía muy poco de poesía y quise nombrar vagamente, para no quedar mal, a Pablo Neruda o Jorge Luis Borges. Pero la intuición me aconsejó silencio. Él, enfático, me dijo “¡Carlos Pellicer Cámara!”
DOS
Hay unos versos comunes que todos los tabasqueños saben desde sus años escolares, y los tienen bien grabados en la memoria: “agua de Tabasco vengo, agua de Tabasco voy; de agua hermosa es mi abolengo, y es por eso que aquí estoy, dichoso con lo que tengo”. Saberlos de memoria son señal de identidad. Si alguien duda que el otro es tabasqueño, basta con que le pida versos de Pellicer. Y queda esto probado y comprobado con dichos versos.
TRES
Carlos Pellicer murió en 1977. Yo llegué a Tabasco en 1979. Una tarde me dio curiosidad por caminar en Plaza de Armas, que en la parte de abajo, hacia el malecón, era museo y en el hueco de la escalera él tenía un catre y un huacal para su ropa. Allí pernoctaba a veces. Y uno se imagina, como escena de película, ver al afamado poeta latinoamericano, con huaraches, vestido de manta, subir esas escaleras y salir a caminar por el centro de la ciudad, saludar y platicar con alguien, o siendo abordado por distintas personas entre políticos, burócratas, vendedores e intelectuales.
CUATRO
En su campaña para Senador de la república, que lo fue desde 1976 hasta su muerte, Don Carlos Pellicer, al fin poeta, arengaba a los yokotanes en los mítines con esta expresión: “ni con toda la miel del mundo podría endulzarse la amarga vida de los indígenas”. Palabras más, menos, se refería en lenguaje poético, a las condiciones, por años, de pobreza y humillación social, en la que vivía la población indígena de Tabasco.
CINCO
Cuando le preguntaban cómo era Tabasco, dicen que respondía sacando su pluma fuente, y la sacudía sobre una servilleta. Al instante la tinta azul manchaba la blancura imantada de la hoja. Y dejaba de sacudirla hasta que en el papel quedaban suficientes manchas que semejaban cuerpos de agua predominando sobre la planicie de la tierra tabasqueña.
SEIS
Poeta de los más grandes, Pellicer fue asimismo un ferviente activista contra las injusticias y el imperialismo. En no pocas veces se le vio repartir volantes. Como profesor de español, entusiasta dialogaba con sus alumnos teniendo como pretexto los temas del plan de estudios. En sus charlas se empeñaba en destacar la influencia de la cultura griega, pero no con base a nombres y fechas, sino describiendo con su amplio lenguaje la vida cotidiana de los ciudadanos y esclavos de Atenas.
SIETE
Fue militante ferviente del vasconcelismo: “Si la personalidad de los muralistas, Rivera y Siqueiros, era impresionante, ahora imaginen la de Don José Vasconcelos, que supo atraer a todos ellos hacia su objetivo emancipador”, decía. Pellicer colaboró con él en la Secretaría de Educación Pública.
OCHO
Muy conocido su vozarrón de trueno, en una ocasión entró, junto con Daniel Cosío Villegas, a un edificio de vecindad en Peralvillo, cuando andaba dando clases a los adultos, y mediante la poesía introducía el tema sobre la importancia de leer y escribir. Esa tarde parecía que nadie iba a salir. Entonces gritó: “¡Cómo de que no hay nadie aquí! Y entonces ¿Quién riega las plantas de las macetas que tienen lindas flores? ¿quién barre este patio?”
NUEVE
Más allá de las anécdotas de leyenda, Carlos Pellicer Cámara, San Juan Bautista 1897- Cd. de México, 1977, poeta y museografo, hijo de Doña Delfidia Cámara Ramos y de Carlos Pellicer Marchena, fue un personaje clave de la vida cultural de México en la primera mitad -y un poco más- del siglo pasado y referente actual de la literatura tabasqueña. Su lenguaje estuvo al servicio de las imágenes del abundante, florido y colorido paisaje tropical; formó parte del grupo Contemporáneos, junto con Xavier Villaurrutia, Jaime Torres Bodet, Jorge Cuesta, José Gorostiza, Gilberto Owen, entre otros. En 1964 se le otorgó el Premio Nacional de Literatura y Lingüística. Este año se cumple el 125 aniversario de su nacimiento.