La lectura es un medio liberador y siembra utopías

En entrevista con DIARIO PRESENTE, mención que desde el siglo pasado, los bibliotecarios habían hecho un decálogo donde se indicaba que el libro se debía cuidar casi como un objeto sagrado: “no doblarle las puntas de las páginas, ni hacer anotaciones en sus hojas, convirtiendo al libro en un objeto de museo, de ahí la decisión de darle vida, hacerlo más accesible al lector”, indicó.

DARLE VIDA AL LIBRO

Glockner Corte estudió Historia en la Universidad Autónoma de Puebla. Es escritor, historiador y periodista. En 1994 fue uno de los encargados de prensa de la campaña presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas, y hoy es uno de los principales promotores de la lectura en nuestro país.

Víctor M. Sámano Labastida (VMSL): En el país han existido esfuerzos por fomentar la lectura, ¿qué significa ahora? Fritz Glockner Corte

FGC: : Con Andrés Manuel López Obrador se le está dando la importancia que merece a la lectura mediante el Programa Nacional de Lectura (PNL). El objetivo es que la lectura sea una actividad que le da vida al libro, que no sea como una pelota de fútbol que nunca es pateada, o una muñeca de trapo que nunca es bañada o se le ha cortado el pelo en el juego. Lo mismo es para el libro, es para usarse, para traerlo bajo el brazo, para hojearlo, para leerlo, para subrayarlo, doblarlo, para comérselo ¿no?

VMSL: En este plan entra el Fondo de Cultura…

FGC: Estamos aplicando una política editorial para empezar, donde el FCE se convierta en una guía trascendente. Tiene 37 años de existencia y es el único sello editorial de un de un país a nivel de Estado. Desgraciadamente se duplicaban tareas con otras áreas del Estado mexicano, en cuanto a la actividad editora. Áreas que dependen de la Secretaría de Cultura Federal en cuanto a los puntos de exhibición del país que tiene que ver con Educal, por lo tanto se planteó una fusión del FCE y Educal, en la Dirección General de Publicaciones, para que la política editorial y la promoción de la lectura no se dispersara.

VMSL: ¿Formar una Red a nivel nacional de lectura y librerías?

FGC: En ese sentido contamos con la red nacional de puntos de exhibición más grande del país. Me refiero a las 81 librerías de la red de Educal, más las 34 que dependen del FCE; esto nos da 115 puntos de exhibición. Activamos lo que ya se conocía como el Programa Nacional de Salas de Lectura, que cumplió 27 años, y lleva a las comunidades el que tengan contacto con la lectura, y que hemos potencializado.

VMSL: Se requieren libros accesibles…

FGC: En esa lógica se inscribe la política nacional de generar publicaciones a bajo costo, para que no exista el pretexto de que no leen porque los precios de los libros son muy caros. Siguiendo el lema de este gobierno que “Por el bien de México, primero los pobres”, se planteó la idea que el FCE y su política editorial no es el de una casa editorial más, sino que es una editorial al servicio de la conciencia y de la educación general de los mexicanos. Por ejemplo, en la Colección Popular que ya existía dentro del catálogo del FCE, en la actual administración con Paco Ignacio Taibo II a la cabeza, se incursiona en géneros como el libro policíaco, la ciencia ficción, el periodismo narrativo. Sus precios oscilan entre los 38 pesos hasta los 199 pesos.

VMSL: Libros accesibles a la mayoría…

FGC: Vamos dirigidos a la población con menos poder adquisitivo y a la vez, potencializamos la promoción de la actividad que da vida a una política para la creación de una República de Lectores, a la cual se suma la iniciativa presentada por el presidente López Obrador, quien desde Palacio Nacional anunció la edición de una Colección especial titulada “21 para el 21”, por la cantidad de conmemoraciones que se están dando en este año, el 2021. Serán 21 títulos indispensables que los lectores mexicanos deben de tener al menos uno.

VMSL; ¿Cuántos ejemplares van a imprimir?

FGC: Para cada título de esta colección se imprimieron cien mil ejemplares, que nos dan un total de 2 millones cien mil ejemplares. Emprendimos la distribución absolutamente gratuita por medio de diferentes canales a través del FCE y Educal, y se ha planteado suscripciones, que el lector común pueda obtener su ejemplar a través del llamado teléfono rojo o bien acudiendo a los diferentes centros de exhibición. Se han distribuido entre los cuerpos policíacos, entre los médicos, a becarios, igual en mercados públicos o en festivales como la pasada Feria del Libro en la Ciudad de México, o en la de Tehuacán, Puebla; en fin, una gran campaña.

VMSL: Si alguien tuviera la intención de contar con la colección completa de “Los 21”, cómo le puede hacer.

FGC: Por desgracia no estamos distribuyendo colecciones completas a ningún lector, porque no nos alcanzaría. Somos un país de 120 millones de habitantes, y solamente tenemos 2 millones cien mil ejemplares. Tenemos 210 mil colecciones, así que una colección completa no la estamos distribuyendo, sino solo por ejemplar individual.

UNA EDUCACIÓN SENTIMENTAL

“Más que la democratización del saber, estamos por la democratización del hacer”, señala Fritz Glockner y añade “a la lectura la hemos encajonado a la información, y eso ha reducido la capacidad placentera de esta actividad. Estamos en la lógica de que hay dos tipos de educación: la formal y la sentimental. Le apostamos al complemento de la educación sentimental a través de una lectura lúdica, de una lectura placentera”.

VMSL: Como bien dices, desacralizar la lectura…

FGC: Mira, tú puedes agarrar a una ama de casa y plantearle, “oiga, usted sabe que el autor de la novela Cuna de Lobos se llama Enrique Serna, y si usted acompaña el ver la telenovela con la lectura del libro que es una excelente novela del género negro, o bien, si le gusta lo romántico, que lea “Como agua para chocolate”, de Laura Esquivel. Así le damos otra visión sin que entremos en competencia con las otras actividades culturales o de entretenimiento. Pueden ser complementos que un niño vea caricaturas y al mismo tiempo lea la colección “A la orilla del viento”, donde Pancho Hinojosa se ha convertido en un bestseller del país con su libro “La señora más mala del mundo”, o Juan Villoro con “El profesor Ziper”. Es una oportunidad para romper fronteras, para sembrar nuevas utopías a través de la lectura.

VMSL: Acabamos de arrancar a través de tres periódicos de nuestro grupo editorial, una campaña a favor de la lectura. Nos sorprendió la presencia de una niña de diez años, que con su hermana colgaban unos libros de un árbol para que sus amiguitos los leyeran en el parque, pero un día llegaron y el árbol ya no estaba, y entonces hicieron unas cajitas de madera para llevar los libros a las escuelas

FGC: ¡Qué historia!, ¡excelente¡ Soy un convencido de que si tú eres un lector, te conviertes evidentemente en un gestor, en un contagiador. Uno como buen lector siempre quiere compartir con los demás lo que te provoca placer. El caso de esta nena, no me queda la menor duda de que es una persona maravillosa porque a su corta edad sabe lo que hay que compartir lo mejor. Los felicito también por la campaña.

VMSL: Te cuento que cuando su madre dijo que en su casa tiene mil libros, y ella afirmó a su corta edad: “Hay más libros que vida”.

FGC: Ja ja ja. Maravillosa respuesta.