Brinda la escritura un desahogo de emociones
Están las redes sociales, está el internet y hoy más que nunca se publican libros, hoy más que nunca hay editoriales
Talleristas de varios municipios de Tabasco compartieron el sentido y el origen del por qué la lectura y la redacción de textos les cambió la vida desde que conocieron el lápiz y el papel de la mano con su imaginación.
En esta mesa de redonda de análisis, organizada por el Sistema Informativo de Tabasco (SIT), participaron Oscar Enrique Ramos Méndez, por Talleristas de Cunduacán; Dalia Velázquez, de Rincón de la Lectura; Pedro Luis Hernández, de La Diversidad Textual, así como Luis Gámez, de Palabra al Vuelo, que se desarrolla al interior del CRESET.
Un primer cuestionamiento fue:
¿Qué es lo que hacen sus talleres? Dalia Velázquez explicó que el taller inició como un círculo de lectura, donde predominan jóvenes universitarios, quienes buscan mejorar sus estilos de redacción, así como su propia lectura de los textos que escriben, además se realiza la crítica.
“En la técnica de escritura para poder hacerla mejor, pues se necesita que alguien más lea, te dé sugerencias con respecto a su opinión, y también de algunos que otros expertos que ya tengan experiencia en el ámbito de la redacción, porque algunos ya han publicado libros o antologías, y eso permite que los que todavía estamos empezando podamos ir aprendiendo”, indicó.
Por su parte, Oscar Ramos explicó que los que conforman el taller en el municipio de Cunduacán son personas que en su mayoría trabajan, por lo que cada primer sábado del mes se reúnen para escuchar los textos de todos, así como también comparten sus críticas hasta construir un buen escrito.
“Somos un grupo de ciudadanos, nos juntamos el primer sábado de cada mes desde la 1 de la tarde hasta la hora que terminemos, es un taller igual muy plural”, expuso.
Pedro Luis Hernández, quien aprendió de su padre la magia de la literatura, indicó que la flexibilidad es una de las características del taller literario que dirige, pues nunca falta un café, y un buen texto para disfrutar en las escalinatas de la calle Lerdo en el centro de Villahermosa.
“Yo venía de niño aquí con mi papá, mi papá escribió más de 20 años aquí en el diario Presente en la época de Don Jorge Calles Broca, en nuestro caso la dinámica es muy sencilla, no nos enfocamos mucho en lo literario, nos gusta ir al cine, nos gusta ir a exposiciones de pintura, nos gusta hablar de fútbol, de lo que pasa en las series, y también de libros, por supuesto, siempre trato de llevar un autor y una autora mexicana”, argumentó.
- Pero los talleres no tienen un espacio definido, prueba de ello es Palabra al Vuelo, realizado por internos del Centro de Reinserción Social del Estado de Tabasco (CRESET), que se ubica en Villahermosa, Luis Gámez es uno de los coordinadores, y se dijo sorprendido por la avidez que han demostrados los reclusos sobre el tema de la lectura.
“Hemos hecho presentaciones de libros, llevado autores tabasqueños para que presenten su obra, y también se han realizado encuentros entre el autor o el taller literario externo que se hace ahí, son de 8 a 15 personas, y tenemos, por ejemplo, a un poeta que está privado de su libertad, y él tiene publicaciones, tiene un premio estatal de poesía, y también ya ha rendido frutos, por ejemplo en la Universidad Popular de la Chontalpa a través de la revista Signos, que coordina el poeta Níger Madrigal, ya se han publicado textos de personas de ese taller”, manifestó.
- Los Talleristas argumentaron que la importancia del establecer un taller literario parte más allá de escribir un texto, debido a que la escritura brinda tanto al lector como al autor un desahogo de emociones, de sentimientos refugiados bajo una coraza, así como también brindar herramientas intelectuales, cosas que se han perdido a lo largo del tiempo.
“Para nosotros es la importancia de que esa gente nueva aparezca y se vaya sumando, para ir formando los futuros escritores, que son una necesidad de la sociedad, una sociedad que no tiene escritores, que no tiene gente que describe, una sociedad que no tiene sensibilidad, quién la puede capturar, la cultura es una parte inherente en el ser humano”, apuntó Oscar Enrique, del taller de Cunduacán.
Sobre la competencia que existe entre los libros y las nuevas tecnologías que alejan a grandes y a chicos de la lectura, respondieron que es subjetiva la percepción de si la hoja impresa con olor a papel que se percibe en un libro ha sido sustituida por un celular, una tableta o la computadora.
“Le han puesto fecha de muerte, pero eso no es cierto, ahí están las redes sociales, ahí está el internet, donde hoy más que nunca se publican libros, hoy más que nunca hay editoriales, la tecnología también ha puesto muchas aplicaciones donde hasta puedes hacer tu libro”, aseveró Pedro Luis Hernández.
Para finalizar en la mesa de análisis, los cuatro escritores hicieron lectura de sus diferentes textos demostrando que no hay edad, ni tampoco género, y mucho menos condición social para poder escribir, relatar y expresarse a través de la escritura.