Montaje teatral Las Tres Gracias de Dalia López Cortés

"LAS TRES GRACIAS": CUERPOS QUE TOMAN LA PALABRA EN ESCENA

A la dramaturga y directora Dalia López Cortés le tomó años comprender que su cuerpo era un espacio constantemente disputado. "Pasé mucho tiempo tratando de encajar: pastillas, dietas extremas, obligarme a ser otra versión de mí", contó en entrevista con La Jornada.

• Ese desgaste común en muchas personas, pero casi siempre silencioso fue lo que la condujo al teatro, desde donde decidió cuestionar y desmontar los mandatos estéticos que han definido lo femenino durante siglos. 

El resultado es Las tres gracias: habitando la cartografía corporal, montaje que concluye temporada este sábado 14 y domingo 15 de diciembre en el Teatro Orientación Luisa Josefina Hernández del Centro Cultural del Bosque.

El punto de partida de López Cortés fue una fisura. Mientras revisaba la historia de Aglaya, Talía y Eufrósine, descubrió que las Tres Gracias, omnipresentes en la tradición artística, no cuentan con un relato propio.

"Son cuerpos utilizados visualmente, pero sin voz ni historia

"La belleza que se les atribuye reproducida desde Rubens hasta hoy está ligada a la pasividad: mujeres normativas, silenciosas, inmóviles. Esa ausencia abría una puerta: imaginar qué dirían si por primera vez pudieran hablar".

La obra, interpretada por tres mujeres de distintas corporalidades, edades y trayectorias, derriba la imagen idealizada que ha definido a estas figuras por siglos. Cada actriz parte de su propia memoria corporal: cicatrices, hábitos, heridas antiguas, rituales recientes, instantes de placer.

No se busca representar a las Tres Gracias como figuras mitológicas, sino cuestionar su iconografía desde un cuerpo real y presente. "El cuerpo vivo, con sus contradicciones, dice más que cualquier símbolo heredado", afirmó la directora.

En escena se entrelazan textos breves, respiraciones intensas, silencios densos y movimientos que aprietan o liberan el espacio. La iluminación y el diseño sonoro refuerzan esa sensación de un cuerpo que se arma y se desarma ante los ojos del público.

No hay una historia lineal, sino fragmentos que muestran cómo se transmiten y se transforman los mandatos sobre lo femenino.

Las intérpretes Ana Julia García, Claudia Iliana Quijas, Gabriela Montserrat Jiménez y Tania Odette Fernández apuestan por la honestidad. A veces avanzan juntas; otras chocan o se contradicen. En esos quiebres se revela el sentido del montaje: romper la forma establecida.

López Cortés comentó que el proceso creativo fue tan vulnerable como potente. "Trabajamos con lo que el cuerpo guarda, incluso cuando la memoria quiere negarlo".

Esa exploración llevó al equipo a nombrar violencias sutiles, presiones cotidianas y pequeñas resistencias ante la mirada externa. El escenario se convierte en un mapa tejido con piel, voz y presencia.

Con Las tres gracias: habitando la cartografía corporal, López Cortés cierra un proceso de tres años de investigación y creación.

Las últimas funciones serán el sábado 14 a las 19:00 horas y el domingo 15 a las 18:00 en el Teatro Orientación Luisa Josefina Hernández, en el Centro Cultural del Bosque (Reforma y Campo Marte). Los boletos cuestan 150 pesos.